Las élites de la UE no quieren la paz en Ucrania.
Muchos europeos critican al presidente Trump, que si es empresario y prioriza el negocio, que si humilla a los europeos y a Zelenski, que si los aranceles, que si reduce el programa USAid, que elimina agencias estatales innecesarias, que un Estado no es una empresa, que usa la motosierra, etcétera. No dicen que aplica el programa votado para ganar sus elecciones, que hace lo que dice, que intenta reducir su enorme deuda. Los gobernantes de Francia, Italia, España y Bélgica, generan una deuda comparable, en relación al PIB a EE.UU., y deberían hacer lo mismo que Trump, “eliminar lo que sobra”, porque no hacerlo es traicionar a su país. Es traición, por antipatriótico, y lo es por endeudar a generaciones futuras, condenadas a empeorar su bienestar y sus pensiones.
Los forofos (votan siempre a los mismos derrochadores) traicionan a sus propios hijos sin enterarse. La presidenta de la UE, doña Úrsula, tiene el vicio socialista de “arreglarlo” todo con dinero, con deuda. Pensaba endeudarse con el plan Draghi para ganar competencia con China y EE.UU. Ahora otro paquete de 800.000 millones para rearmarse, ¿Y quién paga tanta deuda si ya estamos sobre endeudados? No crean que van a reducir gasto político, a vivir peor las élites burócratas y funcionariales. Además todas estas inyecciones de deuda provoca inflación, así que más impuestos y mayor coste de la vida.
Esperen muchos más impuestos, peores pensiones y peores servicios públicos, sobre todo para los que vendrán. Y la calidad de la atención primaria en España es tal que una vulgar ecografía tarda 9 meses. Los gobernantes le echarán la culpa a la ultraderecha europea a la que acusan de “acabar con la democracia”, cuando no la dejan gobernar, aliándose todos contra ellos. Los forofos votantes de esta banda de élites europeas serán responsables de provocar otra gran guerra porque cuando la deuda es tan tremenda, suele emerger una gran guerra para poner el contador a cero, pagarla los perdedores de la guerra, que tendrá lugar en Europa y la perderemos los europeos que tenemos un ejército de juguete.
Los niveles de traición de nuestro presidente y del PSOE estimulan el endeudamiento generalizando asumiendo 83.000 millones más de deuda estatal, sólo para seguir gobernando. Además de “perdonarle la deuda a los catalanes” mutualizándola a todos los españoles es un buen contraejemplo de igualdad, pues un extremeño financia la deuda de un catalán, los de la zona más pobre de España pagan los excesos de la zona más rica.
En la reciente visita de Zelenski a Trump, aparte de que no creo que todo lo que se habla sobre asuntos de guerra y seguridad tengan que ser públicos, el motivo esencial del desacuerdo parece ser que Trump no le dió las garantías que reclamaba Zelenski, de que Putin no volvería a agredir a Ucrania. ¿Puede Trump ni nadie dar esas garantías? Esas garantías no se pueden pedir en un contrato, aparte de que están implícitos, porque, si EE.UU van a dedicarse a explotar las “tierras raras” al 50% conjuntamente con los ucranianos, es claro que mientras eso ocurre Rusia no va a agredir a Ucrania porque se pondría en riesgo a los norteamericanos desplegados allí.
EE.UU no lo permitiría porque afectaría a sus compatriotas y también a sus intereses, no puedes firmar ningún contrato sin un mínimo de confianza. ¿Puede una persona contraer matrimonio hoy exigiendo a su pareja, que nunca la abandonará? Además, aunque lo hiciera, ¿sería una garantía real? Además sería un contrato asimétrico sin la misma garantía de la otra parte. Una posición más razonable y tal vez discutible, hubiera sido por parte de Zelenski, si desconfía de EE.UU, exigir compensaciones a EE.UU si no se puede llevar a la práctica el tratado de explotación. Pero entonces, también podría exigir lo mismo a Ucrania. En fin, que la posición de Zelenski es indefendible y equivocada.
Es verdad que las formas de Trump no fueron las mejores, decirle a Zelenski que no tiene las cartas para jugar de esa manera, pero Trump tenía razón. Y también tenía razón Trump cuando le dijo que no respetaba a EE.UU, porque reclamar esa garantía de una paz justa y duradera, que garantizara que Rusia no volvería a invadir a Ucrania.
Trump puede comprometerse a cumplir el acuerdo mientras él gobierna, pero no lo que ocurrirá después.
Si yo fuera Zelenski, intentaría volver a Washington cuanto antes con cualquier excusa, pidiendo disculpas y comentando que esas garantías no se pueden pedir. El nivel de los dirigentes actuales de la UE y de UK, dan abrazos, y lo acogerán cuando salga de Ucrania con urgencia, pero poco más. Parece mentira que no entienda lo que debe y no debe figurar en un contrato, y que las garantías no pueden ser asimétricas, ni gratis.
¿Hay algo en común hoy a los europeos aparte de estar dirigidos por élites anti-europeas que practican políticas de decrecimiento difíciles de entender utilizando el sentido común, hasta el punto de decirnos que no tendremos nada y seremos felices? En esta caótica situación española y europea, Trump ha revuelto el avispero defensivo europeo. Es difícil ir unidos hacía nada, si en cada país deciden excluir, a los que los que defienden el sentido común, descalificándolos de extrema derecha . Eso pasa hoy en la UE en general.
¿Cuánto va a durar la hegemonía del partido popular europeo, donde está el PP y PSOE españoles? No se de qué pueden servir lo que decidan los actuales dirigentes sin contar con la mitad de la población, y cuando en sus programas electorales no incluían ninguna estrategia defensiva. Los dirigentes europeos no están preparados ni la situación es la mejor por el enorme endeudamiento de Francia, Italia, España, la separación del Reino Unido (UK) de la UE.
¿Qué tienen en común todos los dirigentes europeos que se reúnen, en París, en Londres, para contestar al plan de paz diseñado por Putin y Trump? Son socialistas practicantes, defienden el sector público, no saben qué hacer, están asustados porque temen a Putin; no creen pero fingen que la unión de débiles pueden sustituir al fuerte; ignoran la lucha por la libertad y por eso yerran. Son señoritos, funcionarios, vividores de partido, gente de poco fiar. Nada bueno que esperar.
Los medios internacionales nos dicen que los dirigentes de la UE buscan la democracia cuando se reúnen en Londres para aconsejar a Zelenski . Los medios nacionales nos dicen que Sánchez quiere salvar la democracia. ¿Pero qué es la democracia para estos traidores a sueldo? Por lo visto, significa votar, obedecer, pagar impuestos, ser cobarde, dar subvenciones para que te voten, no tener propiedades, decrecer, defender los intereses de China en lugar de los europeos.
Los estados se endeudan alegremente, y nadie dice nada. Eliminar lo que sobra no solo ahorra gasto superfluo, sino que previene de corrupciones. Embajadas, organizaciones culturales, comerciales. Las organizaciones mundiales, ya sea de comercio, salud, naciones unidas, de lo que sea son burocracias propagandísticas de las hegemonías que se traducen en quién aporta más de fondos. Poderoso caballero es don dinero. Miles de burócratas obedecen a la voz de su amo, son enviados por los países aportantes, sólo sirven para bendecir decisiones de los mayores aportantes. Cuando hay un conflicto, los mayores contribuyentes son los que deciden.
Para los países medianos, irrelevantes, sirve para refugiar “dinosaurios”
que viven la buena vida y agradecen los servicios prestados o por prestar. Todo esto se paga con nuestros impuestos. Así, que cuanto menos organizaciones mundiales mejor. Los partidos políticos son castas de poder, que viven a cuerpo de rey a costa de los tontos forofos que les votan incondicionalmente. En España el PP y el PSOE se han repartido el Estado, todos los empleos internos, externos, en embajadas, organizaciones culturales, médicas, comerciales, etcétera, dándose la buena vida después de haber tocado el poder y la gracia de algún tirano superior. Los tontos votantes incondicionales ni se enteran, pero para eso sirve su voto incondicional. Creo que si cada vez que hay elecciones, cada votante cambiara su voto, o abstención, estas sectas extractoras espabilarían un poco.
Estos puestos son destinos dorados para servidores incondicionales previos, hay organizaciones de todo tipo, culturales, jurídicas, sanitarias, educativas, comerciales. Las hay nacionales, europeas y mundiales, listas para hacer informes banales para argumentos propagandistas internos o externos, que justifiquen los magníficos sueldos que perciben a costa de nuestros impuestos. El honor y valores europeos que dicen defender las élites son falsos escudos. Su principal vicio es la falta de valores espirituales, su inmoralidad, viven entregados al estatismo autoritario.