Cuando los representantes no cumplen su tarea, los representados se rebelan.
En un país al borde del abismo, el silencio de quién representa instituciones es cómplice. El silencio de los buenos es lo que permite el triunfo de los malvados. El PSOE desde 2004 es un partido que pacta con separatistas, comunistas y terroristas blanqueados, que compensa su decreciente apoyo en el engaño y la confrontación de los ciudadanos. La deuda se ha multiplicado por cuatro, el PIB menor que hace dos décadas, impuestos y cotizaciones sociales altísimos, clase media desapareciendo, riesgo de pobreza creciente, desigualdad legal hombre mujer, enorme desigualdad económica entre autonomías, servicios públicos sobredimensionados e ineficientes, impunidad de la violación de la propiedad privada, sueldos medios públicos un 32% superior al medio privado, gobierno mentiroso, poderes dependientes del Ejecutivo, …, evidencias comunistas.
El líder mentiroso autoritario del PSOE se ha propuesto acabar con la monarquía y romper la unidad de España. Además acusa a la oposición de lo que no hace, y ellos mismos no dejan de hacer, valiéndose de la mayoría de medios de comunicación que le apoyan a base de subvención procedente de dinero público, incomprensible en una democracia. Acusar al PP de enfrentar a los ciudadanos porque se manifiesta contra el golpe de Estado que quieren dar, con la ley de amnistía sería un chiste si no fuera una tragedia.
Si se permite referéndum para Cataluña, condición para investir a Sánchez, tal vez no salga la separación de España de Cataluña porque la mayoría social no la quiera, pero los vascos lo pedirán también y si saldrá porque expulsaron amenazados a 200.000 vascos que no les votaban. Además allí al que saben que no les vota lo acosan, no hay libertad, sobre todo en las zonas rurales. En Cataluña tampoco, en ambos territorios los jóvenes están adoctrinados contra España en los colegios. Una vez independizada una parte, España deja de existir, y la monarquía también. Parece que el Rey se conformaría con serlo de lo que quedara de la antigua España. ¡Vaya honor!
La monarquía se defiende más criticándola cuando hace mal, que callándose. El Rey Felipe VI acertó saliendo hace seis años frente al golpe separatista catalán, pero ahora debería haber salido ya porque la situación es más grave, ante el golpe de Estado del Gobierno en funciones Sánchez. Los separatistas indultados han dicho que lo volverán a hacer y ahora será legal, porque el Gobierno cambió las leyes por decreto ley. No es tiempo de tibiezas entre fanfarrias para el Jefe del Estado Felipe VI. Ahora, los vascos también lo harán y conseguirán antes la independencia que los catalanes.
El Rey es el único que puede apelar a la obligación de las Fuerzas Armadas a mantener constitucionalmente la integridad territorial. Solo con recordarlo tendría impacto, pero ni eso. El Rey parece temer al PSOE y a los separatistas, pero debería saber a su edad que con tiranos y traidores no se puede tener miedo, siempre van a más.
La prudencia excesiva está haciendo que los españoles se sientan indefensos y tengan que salir a defender a la nación en toda España, cuando otros la intentan romper. Eso está pasando ya. La prudencia se convierte entonces en temeridad. No es fácil para un ciudadano digno mantenerse callado cuando un Gobierno en funciones puede quebrantar el estado de derecho, la igualdad de los españoles, solo para pagar el chantaje de separatistas, que permita continuar en el poder un traidor. Hacen falta valientes en situaciones de emergencia.
La amnistía supone una quiebra del estado de derecho y de la igualdad entre la obligación del cumplimiento de la ley pues no solo son indultados los delitos de delincuentes, sino que son borrados, y además los mismos delincuentes dicen que van a delinquir otra vez. Ni hay arrepentimiento, ni responde a un interés general pactado por una gran mayoría, al contrario, responde a un chantaje de separatistas y el interés del candidato a Presidente del Gobierno para continuar en el poder. Se trata de un interés particular, confundiendo el interés particular de un candidato a Presidente, con el interés de España.
Gabriel Naudé definió en 1639 el golpe de Estado como el acto que permite el acceso al poder saltándose procedimientos y formalidades. La amnistía es una medida muy excepcional tomada por consenso de la gran mayoría de las fuerzas políticas en situaciones de cambio de régimen legal y consentido por la práctica totalidad, y sin interés de una parte, o una persona autoritaria, que es nuestro caso. La última vez que se practicó una ley de amnistía en España fue en 1977 para transitar de la dictadura a la democracia. Ahora es justo lo contrario, se pretende formalizar una dictadura, evitar la alternancia política y la rotura de la integridad nacional española.
Si la iniciativa de amnistía hubiese emanado del partido PP, por ejemplo, estarían las calles incendiadas, no solo de separatistas, comunistas, estudiantes, sindicatos, hasta las universidades públicas y la CRUE se habrían pronunciado, hasta huelga general tendríamos. Como callar otorga legitimidad a las maniobras de amnistía, todos los que ahora callan se retratan.
La Iglesia jugó un importante papel en la caída del comunismo en Polonia y del muro de Berlín. Juan Pablo II por ejemplo, dijo que “La búsqueda del bien común de su patria es un deber para el cristiano”, y, “me afecta cualquier amenaza contra el hombre, contra la familia y contra la nación”. Sin embargo, la Conferencia Episcopal Española (CFEE), presidida por el obispo separatista de Barcelona, permanece callada. Esperemos que los equivocados motivos de su silencio solo sean económicos, como el miedo a perder la opción a poner la X de la declaración de hacienda; impuesto IBI de los bienes de la Iglesia; repercusiones económicas del Concordato, etc.
El Gobierno no le quitará esas concesiones, porque si lo hace, entonces la Iglesia será libre y los curas dirán en las homilías lo que deben de decir, sobre la amnistía, la desigualdad, la falta de libertad, las mentiras,…. La Iglesia católica está dormida, no relaciona el evangelio con la vida real, el mensaje es una letanía desconectada de la realidad. Los jóvenes menores de 40 no asisten a las iglesias, solo visitada por mayores que temen a la muerte. Los jóvenes no escuchan un mensaje que esté relacionado con sus problemas, porque las homilías hablan de ideas que no se relacionan con la vida de hoy.
Las 50 facultades de Derecho deberían estar todas en huelga por los atentados al estado de derecho del Gobierno Sánchez, pero ni lo sueñen, la enorme mayoría de decanos y rectores son socialistas/separatistas y los que no lo son, hacen como si lo fueran, callados y obedientes.
La inseguridad jurídica de cualquier inversor, por el asalto a la Constitución y a las Instituciones, va a disparar el paro privado y la deuda. Los delitos de terrorismo no son susceptibles de ser incluidos en la amnistía, y Junts quiere una amnistía a la carta de todos los responsables del “tsunami democrático”.
La vergüenza internacional de España y de la UE por consentir estos desmanes, es responsabilidad también, de quién no se ha atrevido a salir y decir que no lo consentiría. El silencio del Rey, ni ayuda a España, ni le ayuda a él mismo. El que tengan que salir miles y miles de ciudadanos todos los días, se debe en gran parte porque el Rey Felipe VI no nos defiende. No basta con frasecitas apelando a la unidad a mitad de otro discurso sobre otro asunto, sino monográfico, sobre el atentado a la Constitución, el estado de derecho y la igualdad de los españoles.
Mientras tanto todo el aparato del PSOE y los separatistas, acusan a la oposición de promover el enfrentamiento. Es decir, encima que dan un golpe de Estado, quiere que les den las gracias y aplaudan. Como siempre tergiversan la realidad acusando al PP y VOX de que no aceptan el resultado electoral. Es falso, lo que no acepten el resultado electoral, lo que no se acepta es que se vulnere el Estado de derecho y la Constitución. El PP y VOX deben protestar en el Parlamento Europeo denunciando lo que está ocurriendo. Parlamentarios húngaros y portugueses hace tiempo que lo hicieron.