La rotura de puentes con VOX enterrará políticamente a Casado.
Casado ha vuelto a hacer de confiada cebra tragada por el cocodrilo PSOE, al ir a beber en el rio de la moción de censura. El modelo señorito de Rajoy: ausencia de valores y esperar que un gobierno izquierdista deteriore la economía lo suficiente, para que los votantes le abandonen, y entonces recoger los votos, no le vale a Casado, porque el gobierno usará la excusa del covid-19, tiene la mayoría de los medios de comunicación a su favor, y porque este PSOE miente a todos y se alía con cualquiera. Solo la cooperación VOX- PP podrá derrotar a coaliciones antipatrióticas. Los asesores han equivocado o traicionado a Casado, convenciéndole de que la moción iba contra él, empujándole al vacío del centro. Casado ha caído en la trampa, con una intervención desconcertante. En su discurso suicida, pretende retomar el caducado modelo Rajoy y eliminar a VOX, mintiendo sobre el comportamiento antiterrorista de Abascal, caricaturizando diferencias, y atribuyéndose un absurdo derecho de sumisión de los demás posibles aliados. Confundir al adversario y romper con cooperador necesario desconcierta al votante que no entiende abstención con el voto y oposición con el discurso, a los anhelos totalitarios del gobierno. Parece como si le gustara escucharse a si mismo, con brillantes discursos contrarios a su actuación. Atacar públicamente al amigo es traición; si lo vas a necesitar también es torpeza. Ser blando con los totalitarios es tibieza cobarde, ignorarlo es inmadurez. Casado asume el rol de perdedor, añora el bipartidismo, y para ello quiere eliminar a VOX, y sus 4 millones de votantes. El bipartidismo PSOE/ PP avergüenza: enormes desigualdades territoriales, separatismo, corrupción, insostenibilidad económica, adoctrinamiento escolar, ….. El modelo Rajoy ha regalado al PSOE la educación, la batalla cultural, los medios de comunicación y la calle. No enfrentarse a los totalitarios es claudicar, la concordia no vale cuando las colas del hambre se alargan, el gobierno no respeta la separación de poderes, restringe la libertad, se sube el sueldo y el castellano deja de ser lenguaje vehicular en los colegios. Es tiempo de valientes.
Muchos votantes del PP se irán a VOX, defraudados por un Casado cuya volatilidad dialéctica evidencia falta de liderazgo. Aunque no es el único, concibe su partido como una agencia de colocación, por eso le dijo a Abascal, que le habían dado trabajo durante quince años. Atacando a Abascal pretende colocar al PP en un centro vaciado, muy encogido desde Zapatero, por el permanente enfrentamiento de los españoles. Casado usa la misma mentira del gobierno y sus medios, acusando a VOX de extremista. Defender valores, disputar la batalla cultural, criticar fallos de la UE, no es ser ni antieuropeo ni extremista. Defender la igualdad legal hombre/mujer no es ser machista, es reclamar Justicia. Querer regular la inmigración ilegal no es ser racista. Lo contrario de sumiso es crítico, no extremista. La principal diferencia entre VOX y el PP es sobre el tamaño del Estado.
Después de las próximas elecciones generales, el PP y VOX estarán igualados y “la cabeza política de Casado se cuestionará en Génova 13”, no solo por el debacle electoral, también por la rotura de puentes con Abascal. Los excesos verbales de Casado, le imposibilitarán para continuar en el cargo. Casado confunde a los afiliados del PP, porque su actuación sintoniza con su derrotada rival, Soraya, en las primarias del PP. Engaña a los que le votaron en primarias, a sus votantes, a los españoles y se engaña a si mismo.
La prueba del algodón del fallo estratégico de Casado, son los pedantes elogios de Iglesias y Lastra. Mal presagio que sectarios adversarios te adulen. Cuando le interese, el gobierno, le acusará de fascista y al PP de recortes, privatizaciones, corrupción, la foto de Colón, deslealtad en Europa… Roma no paga a traidores. VOX debería tener la sabiduría de mirar largo, convencer a los votantes mas conservadores del PP sin hacer leña del árbol caído, generosidad sin romper puentes, promover cambios posibles, moderar a sus portavoces y proponer la disminución de gasto político, aunque le acusen de populista. Sobra Estado extractor, escasea el Estado servidor. Sobra poder gubernamental, falta iniciativa privada.