Adoctrinados y engañados, los jóvenes españoles ignoran lo que les espera.
En la sociedad no puede haber, no digamos armonía y cooperación, sino el mínimo orden social, sin moral. Cuando una persona está enferma físicamente, va al médico a que lo cure. ¿A dónde va la persona que tiene mal el espíritu? Doce españoles se suicidan cada día. ¿Como se pueden argumentar con las ideologías de género, que el varón es enemigo de la mujer? Esto produce desorden individual y social, impide la formación de familias, baja la natalidad. Además, la discriminación “positiva” legal contra el varón aumenta los casos de violencia de género, en casos de separación.
Es muy difícil, y hacen falta muchos años, para estar muy leído, tener un planteamiento moral sin una fundamentación religiosa. Solo por eso, la religión es buena para toda persona, sobretodo para los jóvenes. Los encargados de transmitir la religión deben hacer bien su trabajo, como los médicos. Hoy en España, no se hace bien, y se aprovecha por los que sustituyen a Dios por el Estado, los comunistas. Lo trascendente no se puede gestionar con cantidades, ni rankings, tampoco se puede sustituir la moral por la ciencia, por el racionalismo. Todo lo espiritual, lo creativo, vocacional, es subjetivo no se puede medir con cantidades de nada.
Todo lo real es subjetivo, la objetividad es una falsa hipótesis sobre la que sólo se pueden sustentar las ciencias de la naturaleza, circunstancialmente, hasta que surja el cisne negro que muestre su falsedad. Lo que se tiene que demostrar, la objetividad supuesta, acaba siendo falsa, porque todo cambia. Todo teorema empieza, supongamos que se cumple, X, Y, Z. Entonces, se cumple W. Qué ocurre si no se cumple X, Y , o Z ; pues nada, o no se puede comprobar, pues no sucede nada. El orden del universo no procede de la agenda 2030, repleta de hipótesis falsas y conclusiones terribles. Pretender decrecer no es progreso, es una torpeza en favor de plutócratas se enriquezcan vendiendo comida artificial.
Una de las principales razones de la falsedad de estos “teoremas”, es que todo depende del tiempo, Heráclito dixit, y suponer que X,Y,Z no van a cambiar es sencillamente utópico. Fuera de las ciencias de la naturaleza, lo que se tiene que demostrar es falso, por la temporalidad, la subjetividad, y en las ciencias de la naturaleza, suelen ser verdades temporales.
Los peores males vienen de aplicar los métodos cuantitativos de las ciencias naturales a las ciencias sociales, iniciados con la revolución francesa. No se puede mezclar la ciencia con la moral, son como el agua y el aceite. Lo mejor que usted puede hacer al votar es ser moral, nunca votar al mal gobernante. Nada de elegir lo menos malo, nada de voto útil, nada de forofos. La política solo es una religión para socialistas y comunistas, que sustituyen a Dios por el Estado.
El discurso que venden las élites plutocráticas europeas y comunistas/separatistas nacionales, del actual PSOE comunista y el socialdemócrata PP de Feijóo, es ficticio, por eso España está arruinada. Si visitan un país civilizado, de España no se habla. Fuimos un imperio y ahora somos ejemplo de retroceso, corrupción y comunismo “sandía”. Dentro de España se desconoce la verdad, la realidad, porque todo es propaganda, victimización, subsidio y estatismo. En los comunismos clásicos impuestos con la fuerza de un sistema policiaco militar al servicio del tirano, nadie se rebela porque los encarcelan, los matan, les quitan la libertad y la vida. En estos sitios como Venezuela, Nicaragua o Cuba, rebelarse cuesta la vida.
En los comunismos modernos inspirados en la apropiación de la hegemonía cultural, el control de la educación y los medios de comunicación, inspirados en las ideas de Antonio Gramsci, la fuerza (policía, ejército) monopolio del Estado, está domesticada al servicio del Gobierno, como el resto de las instituciones y poderes. Los contrapesos desaparecen, la Justicia está también domesticada, las votaciones son una ceremonia de ficción.
No hace falta que lo sea totalmente como en la dictadura venezolana, basta que este fraccionada, como ocurre en España. La rebelión necesita consciencia interiorizada de injusticia, es espiritual. Si eres un esclavo y crees que eres libre, no te rebelas. Si te enseñan a obedecer desde la cuna, si tus padres, tus profesores, los medios de comunicación mayoritarios te dicen que la injusticia viene de unos señores que llaman “la extrema derecha”, no te rebelas contra el Gobierno, los malos son los que todos dicen que son.
Nueve de cada diez españoles carece de opinión propia, de sentido crítico, de cultura más allá de lo que se enseña en las instituciones públicas. La universidad pública identifica la verdad con la opinión de la mayoría, este es el principal ingrediente contra el emprendimiento, contra la innovación. Ambas actitudes requieren ir contra-corriente, porque se busca lo singular, lo que no se hace, lo que se necesita encontrar.
La universidad pública española, solo pretende formar funcionarios obedientes, pero no, emprendedores. Es lo que busca el socialismo, que todo sea público. El titulado universitario entra y sale de la universidad pensando así, y muchísimos profesores también, lo principal es su promoción personal y para ello la obediencia es imprescindible. Ya me dirán ustedes que ciencia, qué innovación, y qué emprendimiento se puede producir en semejante castración de la libertad, del sentido crítico, del riesgo emprendedor.
Miles de socialistas inconscientes, que no votan a Sánchez, pero que hacen lo que él quiere, a través de la CRUE que ordena a rectores, siempre a cambio de fondos, de dinero. Estos fondos son “inmorales”, corruptos, como los Next Generation, destinados en intención a recuperar empresas privadas obligadas a cerrar en pandemia por imposición del Gobierno, y derrochado en instituciones públicas.
Si la verdad, la justicia es lo que piensa la mayoría, entonces el disidente es el injusto, a quién hay que acallar y eliminar si se puede. Eliminar no físicamente (porque no pueden todavía) pero si pueden intentan expulsarte, sancionarte, difamarte. En este proceso de uniformización de la opinión cooperan directores de centros educativos y delegaciones de alumnos. Los alumnos se han incorporado a la hegemonía cultural porque votan a rectores, decanos y directores. Los alumnos ya no se rebelan porque coinciden con la opinión de la mayoría, no se enteran de que son víctimas. Les han engañado con que el titulo les empleará, cuando lo que ocurre es que tendrán que emigrar para hacerlo.
Los jóvenes y sus familias creen la ficción de que lo importante es tener un titulo universitario que le permitirá un trabajo señorito, de funcionario si puede, pero nada que implique el uso de las manos y algo de fuerza mayor que pulsar una tecla. La fuerza es para el gimnasio para ponerse guapo y mirarse en el espejo. El universitario ni ve, ni quiere ver, ni cree la realidad porque todos los engañan, los padres equivocados y azucarados, los profesores, los medios de comunicación.
Les van enseñando a usar el patinete porque no podrán tener coche, les dan bonos de transporte porque tampoco lo podrán pagar. Se van acostumbrando a la comida basura: carne y leche no animal producida en laboratorios, porque no podrán comprar solomillo, porque no hay trabajo, y el precario no da para vivir.
A pesar de tanta evidencia, siguen creyendo el cuento de que vivirán muy bien con trabajo señorito, eso demuestra el sentido de la realidad que tienen. Les dicen que no tendrán nada y serán felices y se lo creen. Los padres no les abren los ojos porque muchos están dormidos. Los inmigrantes hacen los trabajos manuales, de limpieza, cuidados, recolección. Los españoles desprecian hasta el de camarero u hostelería.
¿Cómo se va a rebelar quien no trabaja pero entre la renta básica, los subsidios, los bonos de transporte y los padres, están acostumbrados a vivir sin trabajar? Los obligan a no ser fecundos, a no emparejarse, les dicen que el varón es un macho enemigo de la mujer, que la familia tradicional es una cosa antigua y fascista, les facilitan el aborto libre y gratuito, que tenemos que decrecer para proteger el planeta. Y ante esta no rebelión por falta de sentido crítico y espiritual, ¿qué hace la Iglesia? Someterse al comunismo. De dónde tendría que surgir la rebelión espiritual lo que surge es un discurso acomodaticio, de defensa de los pobres porque el más allá está lejos de las contradicciones diarias. ¿No son pobres los millones de venezolanos huidos, perseguidos, estafados electoralmente, asesinados y encarcelados? El Papa podría decir, que no tener libertad también es ser pobre en Venezuela.
España es un país comunista aunque no se vean militares persiguiendo a estudiantes en manifestaciones, porque están adoctrinados para obedecer al socialismo. En la dictadura actual son los estudiantes los que persiguen con sus votos a decanos, rectores, gobernantes. Sus padres azucarados se confiaron, sus hijos adoctrinados utilizan un subsidio, pase de transporte, bono cultural, salario mínimo vital sin trabajar. Se compran votos con deuda hasta que nos rescaten. De este modo los que provocan más impuestos para el menguante sector privado, dos décadas estancado por la presión fiscal. Cada vez son más sector público y subvencionados por el Estado. ¿Hasta cuando seguiremos endeudándonos? ¿Quién prestará a un país comunista arruinado? Un país arrodillado que no se rebela contra la injusticia acaba pasando hambre, y después enfrentamiento civil.