Cada día nos parecemos más a Venezuela.
En Canarias, la parte española más parecida a Venezuela, inundada de inmigrantes ilegales, con elevadísimo paro, se producen manifestaciones contra el turismo excesivo, aunque los inmigrantes arriban en pateras y los alojan en hoteles. Debe ser que el turista europeo al viajar a Canarias y gastar no deja descansar a los parados, cansados de no trabajar, y que los inmigrantes ilegales, ni molestan, ni delinquen. Cosas del comunismo que padecemos. Si no fuera por el turismo, tendríamos otra guerr
Con la edad aumentan los achaques físicos, diariamente mucha gente se toma sus dosis de pastillas. Si vas a la atención primaría, antes de saber que tienes ya te recetan pastillas, somos líderes en consumo per cápita de ansiolíticos. El socialismo identifica la calidad sanitaria con su universalidad y gratuidad. En mi ambulatorio no funcionaba la impresora y me quedé sin el resultado del análisis, otros tienen que esperar meses para una intervención quirúrgica, las infecciones en hospitales causan 18 muertes al día. ¿Es esto calidad sanitaria? Depende de su nivel de exigencia.
En España hay más de dos millones de inmigrantes inactivos que consumen servicios sanitarios. ¿Por qué los permitimos si no tienen actividad?. Se abre la puerta a la inmigración sin formarlos, sin saber español, ¿de qué pueden vivir? No se entiende que el Banco de España diga que necesitamos millones de inmigrantes para financiar las pensiones, deberían decir inmigrantes legales, con sueldos dignos, porque si no, se engaña, Sr. Fernández de Cos , no haga guiños al gobierno, creíamos que era independiente.
Delincuentes internacionales acuden a España, donde no tendrás nada y serás feliz, a costa de los demás; delinquirás y no lo pagarás; donde ni la policía puede defenderse, sin medios para combatir la delincuencia, y donde los criminales se amnistían. Cualquier servicio gratuito degenera, pero te prescriben pastillas y crees que te curan. Vas a la universidad pública (UP) y crees que encontrarás empleo con la pastilla educativa del título público.
Leo diariamente el PAIS, que es como tomarse una pastilla para mejorar la circulación de las mentiras socialistas, propagadas por académicos socialistas que opinan lo que desean sus amos. Todo ocupante del poder desprecia a los críticos, para engañar mejor. Los poderosos presionan a los medios, para evitar las criticas. Los poderes públicos gastan en contratos y subvenciones a medios privados para tapar opiniones negativas y difundir las positivas. Cooperantes contratados a sueldo opinan a gusto del pagador. Literatos académicos, vendedores de libros, sin idea de economía, descalifican al capitalismo sin saber lo que es, identificándolo con el consumo desproporcionado. Pueden leer en el PAIS del sábado 4/5/2024, el articulo “Sin límites”, donde su autor A. Muñoz Molina ignora y tergiversa el capitalismo, confundiéndolo con neoliberalismo y el crecimiento ilimitado, propaganda socialista para seguir en la nómina del PAIS. Así justifican el socialismo español con el PIB estancado dos décadas, con un paro del doble de la media de la OCDE. Lean, Superabundancia, M.L. Tupy, y G.L. Pooley, 2024, y se curarán de la Agencia 2030, del comunismo de los nuevos malthusianos, los desnortados “sandías” europeos, del gobierno español y de sus escribientes a sueldo.
Desde que los medios de comunicación son un negocio más, la verdad ha perdido su importancia, sustituida por lo que opina la mayoría. Leer mentiras cuando estás acostumbrado a buscar la verdad, es una sensación parecida a la que encuentras al corregir exámenes encontrando una falta de ortografía o un error de cálculo flagrante.
El presidente de Asturias, el Sr. Barbón promueve el asturiano como lengua cooficial, el Congreso se gastan 17 millones en pinganillos. El presidente gallego, el Sr. Rueda ofrece primera matricula gratuita en la universidad. Los populistas rápidamente son imitados. El derroche de gasto de gobernantes españoles con la deuda que tenemos es criminal.
Los oficios se pierden, los servicios les parecen indignos, todo joven español que quiere es universitario, los trabajos manuales son para inmigrantes. Con la educación pública pasa como con la inmigración, muchas familias sudamericanas, envían a sus hijos a España, porque la formación universitaria está regalada, creyendo la propaganda de videos vendiendo la universidad como crece-pelo para calvos: el título no sirve para emplearse en España, tal vez si regresan al país donde nacieron.
Una de las principales causas del continuo descenso de la exigencia de la UP es la vinculación de la financiación con el número de titulados (egresados). Como si salen más titulados reciben más dinero, pues saldrán más. Si los alumnos votan a los decanos y rectores, pues otro factor de descenso de exigencia. Si se identifica calidad docente con encuestas de los alumnos (el curso en que el profesor examina al alumno) otro peldaño hacia abajo.
Los indicadores socialistas vinculados a baremos de cantidades, también de votos, a la eliminación de la subjetividad de expertos, y a la adoración de las “cantidades objetivas” ha convertido la UP en una guardería donde el talento se desaprovecha, porque al no haber exigencia se atrofia. La presunta selectividad es una excusa que no selecciona nada por capacidades. No solo se desaprovecha el talento del alumno, sino también del profesorado. Los baremos cuantitativos ni miden lo importante, ni manejan certezas, ni siquiera datos reales en las publicaciones de varios autores.
Peldaño a peldaño, el nivel la UP no llega al del último año de bachillerato de los 70 en España, salvo las habilidades informáticas por la digitalización, y todos los efectos negativos que conlleva: irreflexión, impaciencia, descontextualización, ignorancia de la dimensión y proporción, disminución de laimaginación, deshabituación a la duda, pérdida de sentido crítico, adicción,…Si se hiciera un examen de reválida de bachillerato, el 90% del alumnado universitario actual no lo superaría.
La aversión al riesgo de los investigadores, para garantizar productividad cuantitativa produce cultura narcisista del “hacer saber”, que has hecho mucho, aunque no interese a nadie más que al autor para promocionarse. La UP produce montañas de material fungible. Se conceden premios y medallas a quién más produce y obedece . De poco vale que Newton dijera que hace falta años para producir la menor innovación, y Ramón y Cajal, que no se repitieran ideas en las publicaciones. En la UP te encuentras en cada pasillo “narcisos” que publican 10 artículos al año, que nadie lee aunque se citen, otros se hacen catedráticos repitiendo la misma idea toda su vida, expertos en ocultación, camuflaje y la repetición disfrazada de novedad.
El descenso del nivel de exigencia ha sido permanente, pero especialmente acusado desde que llegó Zapatero. La introducción de los criterios cuantitativos, presuntamente objetivos, para la evaluación del profesorado, son tan falsos como los precios objetivos de los bienes, falacia marxista, desvelada por la escuela austriaca de economía.
Cualquier ranking engaña hasta al periodista medio. Ni existe objetividad porque haya números, ni cantidades de nada pueden medir correctamente las capacidades importantes de las personas (Ley de Campbell. Que se seleccione a un médico, profesor, inspector de hacienda o juez, por un examen escrito, muy bien diseñado debe de estar, y aún así, dudaría. Las antiguas oposiciones se han edulcorado, y hoy tienes funcionarios incapaces de cualquier especialidad. La UP española, desde hace dos décadas, es un centro de obediencia socialista, sumisión al poder y la persecución del disidente.
Las organizaciones privadas, como los seres vivos, nacen, crecen y mueren. Si le apetece en averiguar lo que duran las empresas cotizadas más longevas de los principales índices bursátiles lo comprobarán. Las instituciones públicas son parte del poder, le sirven, o se adaptan al poder como el guante a la mano, y duran por su obediencia, no por su competencia. Su influencia mengua, se sostienen porque son financiadas por impuestos. La UP es ejemplo de institución moribunda. Se multiplican los títulos ofertados, para no amortizar miles de plazas excedentes de profesorado y administrativos.
La UP no es independiente de los gobiernos, no puede haber excelencia creativa sin libertad y se valore el riesgo emprendedor, eliminando cantidades, votaciones y rankings. El talento se desaprovecha, se facilita un título que no emplea, el alumno evalúa al profesor, al tiempo que el profesor evalúa al alumno, porque esa es la igualdad socialista. Usted trabaja más de medio año para Hacienda, por poco que gane, y cada español medio tiene una deuda equivalente a los ingresos de 16 meses. La renta per cápita anual española es de 24.000 (la misma en euros constantes que hace dos décadas), y la deuda de 32.000 euros. Los políticos viven muy bien con importantes ingresos de retribuciones en especie, ni declarados ni inspeccionados.
España es un país cada día más comunista, donde el presidente del Gobierno, no sólo no da explicaciones del tráfico de influencias en su círculo familiar, sino que ejerce de matón y nos amenaza de que atreverse a denunciar su falta de transparencia es un punto y aparte. ¿Quién defiende la Justicia, la igualdad ante la ley, la Constitución? ¿Hasta cuándo soportaremos “ Hallo Presidente” y “Maduros” en Moncloa? Hay países donde el ejército depone a dictadores, en Venezuela no, y en España tampoco.