No solo votando, se coopera con el socialismo.
Los humanos somos imperfectos, nos equivocamos y somos engañados. La gente medianamente inteligente aprende de la experiencia propia, los imbéciles ni siquiera de ella. Los más inteligentes aprenden siempre, de la experiencia propia y de la ajena. Si nos engañan una vez, el responsable es el mentiroso, pero si nos engaña dos veces el mismo, el responsable es el engañado. En los 68 meses de gobiernos Sánchez, la deuda pública ha aumentado en promedio 6.676 millones de euros mensuales, alcanzando ya la cifra de 1,582 billones. Razones para no fiarse de Sánchez las tienen todos los españoles, pero siete millones todavía le votaron la última vez.
Además de los imbéciles, están los tibios, los indiferentes, los que se hacen los distraídos, y quienes a pesar de contarles la necesidad de no cooperar en el aumento de gasto público, te responden “Hazlo tu que puedes, yo no puedo”, se olvidan y siguen adelante poniéndose las anteojeras como los caballos, para mirar adelante, obedeciendo, y no distraerse de la sumisión mirando a los lados. No crean que el “no puedo” significa necesidad, no, son funcionarios de alto escalafón. Son personas que nunca han luchado contra nada, tienen las rodillas raspadas de tanto arrodillarse, nunca fueron contra corriente. Desconocen la libertad, odian a quien les menciona sus dorados grilletes.
Las personas e instituciones indiferentes a la forma de gobierno causan gran daño, porque sólo serían convenientes cuando fuesen dirigidos por grandes líderes, cada vez más escasos. Incluso en tal milagrosa situación, hacen falta los críticos para que la organización esté despierta. Tanto las personas como las instituciones que se acoplan a cualquier gobierno, que se limitan a obedecer siempre, que no toman partido, que no dicen la verdad por si dejan de aprovechar algo, o por si pueden perder algo, son despreciables, no merecen ningún aprecio ni admiración.
Es un comportamiento económicamente criminal, no solo de gobiernos, sino de rectores, directores y presidentes de empresas públicas, sindicatos y empleados públicos obedientes, al jefe de la institución pública que les paga. Cuanto más aumentan el gasto público, mayor responsabilidad. Traición a España, a sus hijos y nietos que tendrán mucho peores condiciones de vida por el tamaño de la deuda.
Los indiferentes causan inmenso daño en manos de tiranos. Abarrotan instituciones públicas indiferentes a la forma, todas las instituciones públicas. La limitación de los poderes es esencial para vivir en libertad. Si un poderoso se enfada por las críticas reconoce que las tenía merecidas. Si persigue a los críticos es un dictador. La libertad consiste en poder decirle al poder lo que no le gusta oír, y quien siempre calla no la ejerce. ¿Cómo se distingue un alma muerta de la que siempre calla? Convertidos en un objeto porque no cambia, no se manifiesta. La mayor y más peligrosa fuerza social actual no es física, es la que convierte las almas en silenciosas, obedientes, en meros objetos, cooperadores, a veces sin saberlo.
La dictadura más efectiva es la que sin ejercer la fuerza física acalla toda protesta, anula al discrepante silenciándolo, e incluso logra colaboradores aunque no le voten. Un esclavo que no es consciente que lo es, es el más útil al tirano. Inmóvil no nota sus grilletes. Las almas silenciosas contra el poder son cooperadoras. No oponerse al error es aprobarlo. No defender la verdad es negarla. Todos los “socialistas inconscientes” que no votan a este gobierno pero cooperan en sus fines de aumentar el gasto público, cooperan más con el gobierno que los que lo votan.
Una universidad pública que multiplica la oferta de grados públicos subvencionados al 80%, que no emplea, precisamente por exceso de titulados, y que deja de amortizar a jubilados docentes, personal administrativo y de servicio servicios, derrocha gasto público porque no elimina lo que sobra, inflando oferta innecesaria.
Todos los profesores (incluidos los que votan PP) que participan libremente en esos grados ofertados, dobles titulaciones replicadas en varias universidades publicadas , algunas disparatadas (Obras Públicas y Matemáticas ) contribuyen al derroche de gasto público. Los rectores presumen de que la universidad oferta muchos grados, para promocionarse en nombre de la universidad, los profesores cooperan, el gasto público superfluo se justifica, la estatalización aumenta, y como mantenerlo requiere mucho impuesto, la actividad privada disminuye, porque el 60% aproximadamente de un sueldo privado son cotizaciones sociales (impuesto al trabajo). Una presión fiscal inasumible a la contratación privada. Todos estos cooperadores son culpables y traicionan a España contribuyendo a su ruina.
Lo mismo que en las universidades públicas ocurre en grandes empresas públicas, ADIF, Correos, Televisiones y medios de comunicación públicos. Todo ese derroche hace que en dos décadas el PIB español no crezca, descontada la inflación, porque la actividad privada decrece. España puede y debe reducir, sin traumas, 500.000 empleos públicos simplemente amortizando jubilaciones de la generación BB. Sobran muchos más.
El 88% de los fondos Next Generation de la UE se han destinado al sector público, en lugar de recuperar le sector privado obligado a cerrar en pandemia. Dinero tirado que no mejora ni la productividad ni recupera la actividad privada. Por eso más de cien mil negocios privados han desaparecido. El PIB lleva dos décadas estancado, pero la media de los ingresos públicos supera en un 30% a los privados. Cuando alguien en la UE levante las alfombras, y se enteren de que la corrupción de las mascarillas ha sido financiada con dichos fondos, los recortes que sufriremos los españoles nos harán temblar, empezando por los obedientes.
¿Cuántos esclavos viven en España?. Más de siete millones. ¿De qué sirve la libertad y la prosperidad de la actividad privada si no me votan, dicen los tiranos? Prefieren esclavos que dependan del sueldo o la subvención del Estado. La deuda alguien la pagará.
Una persona física muere cuando lo dice un certificado médico de defunción. ¿Y una persona jurídica cuando muere? ¿Y una institución?. Por ejemplo la partidocracia española, ¿vive o se murió con Zapatero? ¿El PSOE vive o se murió con Zapatero y es otra cosa?. Si no cambian de nombre, las organizaciones fingen que continúan siendo lo mismo. Los partidos separatistas catalanes y vascos se blanquean cambiando el nombre, unos roban, otros matan y extorsionan, todos adoctrinan a los niños en los colegios durante décadas. Allí, y en Baleares y Comunidad Valencia, utilizando la lengua autóctona como ariete ideológico.
La consciencia de la existencia de la muerte individual es un cisne negro subjetivo (evento altamente imprevisto de gran impacto) que nos asalta a los niños, a edades diferentes, y nos impacta obligándonos a pensar en la trascendencia. Ahora que está tan de moda el cultivo del cuerpo para parecer más joven, incluso hay atrevidos que dudan sobre si podemos vivir 140 años . No hace falta aludir a Benjamín Franklin, quien dijo que hay dos cosas seguras, la muerte y los impuestos.
Como sabemos, el socialismo se preocupa mucho de los asuntos materiales y fiscales, eliminando los espirituales, como lo prueban su determinación por de las leyes de eutanasia, aborto, los impuestos de sucesiones, así como su interés en destruir la familia tradicional, reducir la natalidad, atacar cuanto puede la religión católica. De hecho es raro tropezar con socialistas que crean en la vida eterna, pero todos creen en los impuestos eternos. Nos aplican indefinidamente sobre el mismo bien cada vez que se transmite el mismo bien a los herederos, y si alguna vez no se paga se los apropia el dios Estado, que es el dios de los ateos. En la comunidad asturiana, gobernada por socialistas, se paga el impuesto de sucesiones y donaciones más alto del mundo, que en su tipo máximo alcanza el 81,6%.
Hace casi 22 siglos, Séneca dijo que “el peor de los excesos humanos es el de la comodidad. Afecta al cerebro de las personas, hace perder la visión de la realidad y se vuelve nebulosa la separación entre lo verdadero y falso”. Nadie más cómodo que el funcionario académico, y Séneca se quedaba corto, la comodidad les hace insensibles y malas personas. Para acabar con las comodidades y privilegios lo mejor es reducir el presupuesto. Si el Sr. Mazón, por ejemplo, les dijera a los llorones y derrochadores rectores: Ya que el Gobierno les ha financiado hurtándole fondos europeos al sector privado, su presupuesto se reducirá un 10% cada año los próximos tres años, ajústense, muchos males de la universidad valenciana se aliviarían. Menos es mas, en medio del derroche.