El delincuente necesita dos cosas: atreverse y auto-justificarse; lo primero es mas frecuente en el varón porque está más adiestrado, por la evolución y la práctica de la guerra y la caza
No sabemos qué hubiera sido de la selección natural de las especies, si el liderazgo de las tribus antepasadas lo hubiese protagonizado la mujer en lugar del hombre; quién cuidaba, cooperaba y conservaba en lugar de quien competía, luchaba y cazaba. Tal vez hoy no lo contaríamos. El canon occidental valora más la libertad individual que la seguridad grupal. La evolución de las especies se ha desarrollado con una distribución de roles, donde la mujer desarrollaba labores domésticas, cuidados, y el hombre labores más relacionadas con la agresividad, la guerra y la caza. El liderazgo era prioridad de los más fuertes, de los hombres. Para nuestros antepasados, la seguridad era prioritaria, versus la libertad e igualdad. En las sociedades orientales actuales, menos individualistas, como la china, también ocurre esto. Gestionan mejor la pandemia, y van camino de la hegemonía mundial. Los dirigentes chinos son mayoritariamente varones. Está demostrado que los hábitos culturales se transmiten genéticamente. Somos seres sociales, de costumbres, nos cuesta asumir cambios, innovaciones. La palabra, el pensamiento, la educación son vectores de cambio social. La ambición de poder empuja a tomar atajos totalitarios utilizando la propaganda para conseguir votos de personas desinformadas.
El feminismo «progresista» alimenta el enfrentamiento artificial hombre/ mujer. El machismo procede de una educación sentimental deficiente que permite asumir a algunos hombres que la mujer es «propiedad» del varón. La «progresista» asimetría legal, desproporcionada en favor de la mujer, cuando la pareja se quiebra, empeora al enfermo sentimental, generalmente el hombre, acorralándolo materialmente. Desesperado, sin salida emocional ni material, alguno se siente empujado al crimen. Los humanos, somos más emocionales que racionales, Spinoza lo descubrió hace 350 años. El enfermo necesita mejor educación y ayuda, no ensañarse legalmente contra él, su comportamiento no es racional, por eso la asimetría legal no sirve. Querer parecer mas justo, sin serlo, es la peor injusticia. No se puede conseguir con la espada lo que los libros no suministran. Si hay ventaja, la debilidad humana la aprovechará, por ejemplo con falsa denuncia, por eso la leyes de género son injustas. El ‘caso Calvente’ ha demostrado denuncias falsas de acoso sexual de dirigentes de Podemos. Los matrimonios ministeriales no parecen ejemplares. El Ministerio de Igualdad financia organizaciones al servicio de la propaganda de género, para conseguir votos de personas fáciles de convencer.
La defensa de la igualdad de derechos hombre/mujer, no necesita culpables. Los hábitos culturales transmiten genéticamente al varón mayor potencial de agresividad, que tiene ventajas e inconvenientes. Un soldado, un deportista, una persona en situación de emergencia, una oportunidad de negocio que caduca, necesitan decisión rápida, instantánea, una pulsión emocional que agradece la agresividad. Esta ventaja potencial en situación imprevista o de emergencia, esa pulsión decisoria, se puede convertir también en una mejor disposición para cometer un delito. Porque para cometerlo, según Bandura, se necesitan dos cosas: desconexión moral y atrevimiento. La desconexión moral es la justificación que el delincuente necesita para aceptarse a sí mismo, a pesar del daño causado. Este factor parece tener menos que ver con la evolución, pero sí el atrevimiento, porque genética y evolutivamente, el varón está mas adiestrado con la toma de decisiones rápidas al cazar peligrosos animales, luchar y defenderse contra enemigos. Por eso, en general, la mujer se atreve menos a cometer delitos, tiene más vergüenza social a ser descubierta, no está adiestrada a este riesgo. Así también, menos tendencia a la corrupción, que decrecería si hubiese mayor porcentaje de mujeres en política.
Un estudio reciente demuestra que, la mayor participación de las mujeres en la administración local en India mejora la calidad de vida, la educación y sanidad.
Con más mujeres dirigentes, tendríamos menos guerras y corrupción, la natalidad y los cuidados estarían mejor comprendidos, se pactaría más. Sólo por esto nos convendría a todos su mayor protagonismo. Darwin creía que no es la fuerza ni la inteligencia, lo que hace hegemónica una especie, sino su mejor adaptabilidad a los cambios. Es falso que el varón sea enemigo de la mujer, no conozco a ninguno. El mejor gobierno debe buscar un equilibrio natural que atienda a capacidades y vocación de las personas, no a cuotas.
Artículo publicado en Las Provincias