Comunistas camuflados

La socialdemocracia es rebaño ideológico extendido en la Europa próspera, pero España empeora con este PSOE comunista.

Hace 2500 años, Heráclito nos dijo que el tiempo cambia las situaciones y las personas. Sólo los atentos y sabios los perciben. Una de las cosas que más cambia son los partidos políticos, y una de las que menos, las opiniones de las personas, porque hace falta ser inteligente y humilde a la vez. Mentir es ocultar lo que se piensa, por acción u omisión, con intención de engañar. Quien dice que éste PSOE es social-demócrata miente, camufla lo que es, para que distraídos votantes sigan apoyándoles. Cada empresario es una bendición para un país porque crea empleos. Cada empleado público una carga financiada con impuestos. En España sobran profesores y pediatras públicos, porque tenemos 13 años de natalidad decreciente. El Gobierno persigue fiscalmente todos los negocios privados, menos uno, el aborto, auténtico negocio privado de la muerte. Desde 2009, en España, en promedio, cada año nacen 14.500 niños menos que el anterior. El año pasado se practicaron más de 90.000 abortos privados. Sobran miles de administrativos por la digitalización. Amortizando jubilaciones, ahorraríamos deuda e impuestos. Gobernantes, rectores, sindicatos, son responsables. Cuantos más empresarios hubiese, mayor prosperidad; cuanto más empleados públicos, más impuestos y deuda.  Desincentivar la actividad privada con impuestos confiscatorios, es ruinoso. Cada gestor público que aumenta la deuda, contratando un empleado público prescindible, debería ser perseguido por una Fiscalía anti-derroche independiente, haciendo responder con su patrimonio personal a los culpables. El mentiroso flagrante no respeta la libertad del prójimo. Nuestro sistema político permite que nos gobierne el jefe de un partido político, aunque sea un traidor, psicópata, o matón. No hay filtros de capacidad técnica, ética, ni de salud mental. Desde Zapatero, la renta per cápita española está estancada y la deuda pública aumenta (también con Rajoy) alcanzando 1.470.000.000.000 euros. ¿Por qué? En España, solo 34,8 de cada 100 españoles “sobrevive” en el sector privado (21,2 de cada 100 españoles son jubilados; 18,5 menores de edad; 7,5 empleados públicos y políticos; 7,5 parados o empleados precarios, dependientes de subsidios; 3 inmigrantes ilegales; 3 universitarios; 2 estudiantes de FP; 1,8 pensionistas no contributivos; 1,7 ni estudian ni trabajan). Los españoles pagamos la mitad de los ingresos en impuestos (IRPF+IVA). Alarman nuestros “agujeros” democráticos: gobernantes aumentan la deuda sistemáticamente y no responden. Gastar más del presupuesto es administración desleal, inconstitucional, porque quiebra la igualdad con los jóvenes que sufrirán las consecuencias de la deuda. ¿Dónde está la justicia? En ninguna parte, porque los derrochadores tienen blindajes: primero, el aforamiento, para ser juzgados por jueces especiales. La segunda barrera de impunidad son los indultos, donde criminales pueden ser indultados, a pesar de ser declarados culpables por los tribunales. La democracia no consiste sólo en votar. Las dictaduras modernas usan las elecciones, una vez alcanzada la mayoría, cambian las leyes, vulneran la división de poderes para perpetuarse. ¿De qué sirven las votaciones en Nicaragua, Cuba, Venezuela, Rusia,…?. El hábito del esfuerzo (eliminado de la educación pública) facilita la excelencia. El subsidio habitual conduce al individuo y organizaciones a la miseria. En el sector público no hay patriotismo (apego nacional), la cultura socialista/separatista que se imparte camuflada de “igualdad” es anti-patriótica. La politización educativa, la aversión sindical a la cooperación público/privada, generan ineficiencia. La  universidad pública (bien no esencial) la pagamos los ciudadanos, los que la usan un 20%  y los que no un 80%. Los pobres que no usan la universidad, financian la universidad a los ricos que si la usan. El excedente de titulados universitarios los devalúa.  El PSOE controla el sistema educativo desde 1978. Desde 2004, el PSOE aplica el comunismo moderno de A. Gramsci: permanencia en el poder, apropiándose de la educación, la cultura y los medios de comunicación. Sin límites morales, retuercen el humanitarismo y los socios le obligan con un programa derrochador. Ninguna social-democracia europea vulnera la propiedad privada (okupación de viviendas); ni quiebra la separación de poderes; ni debilita la jefatura del Estado; ni legaliza la desigualdad varón/mujer; ni aprueba leyes totalitarias (memoria histórica), ni obstruye la educación concertada; ni quiebra la unidad nacional. La socialdemocracia es rebaño ideológico extendido en la Europa próspera, pero España empeora con este PSOE comunista.  

Deja un comentario