Cómo votantes del PP sirven al PSOE, y cómo lo pagarán

El PSOE es votado por gente que lo desconoce, y votantes del PP sirven al PSOE sin saberlo.

La frágil democracia española, auténtica hegemonía de partidos políticos, donde uno de los caudillos de alguno, sin filtro de cualificación técnica, mental o moral, acabará presidiendo el Gobierno, posibilita presidentes dictadores, canallas o traidores, porque las listas electorales cerradas y bloqueadas, no rinden cuenta al ciudadano sino al caudillo del partido. España se ha convertido en una dictadura en dos décadas, aunque muchos no se han enterado, porque no se basa en la exhibición de la fuerza sino la limitación de la libertad, el quebrantamiento de la división de poderes y el control de la educación, la cultura y las instituciones relevantes del Estado. Con los apoyos de separatistas y terroristas camuflados en cambiantes siglas, desde la llegada de Zapatero en 2004, el PSOE es una empresa de colocación de afines, que ha arruinado España, multiplicando la deuda por cuatro en solo 18 años (con la colaboración de Rajoy). El abuso del decreto ley, donde la urgente necesidad es la voluntad del Gobierno, la aprobación de leyes totalitarias, mientras la deuda no para de crecer y la clase media desaparece. Los impuestos no permiten vivir a los autónomos y pymes, perseguidos fiscalmente. No les importa para derrochar que tengamos el doble de políticos y asesores per cápita que países ricos como Reino Unido o Alemania; que las pensiones se financien con deuda; que la clase media desaparecezca porque la actividad privada disminuye y la pública aumenta; que la renta per cápita española haya decrecido desde 2004; que no se respete la propiedad privada con 100.000 casas ocupadas contra la voluntad de sus dueños; que el desempleo sea el doble que la media de nuestros socios de la UE; que se adoctrine en los colegios con ideología separatista/comunista, los alumnos no aprendan el español en el 30% del territorio nacional, sin respetar la constitución y a niños se le enseñe a masturbarse. Los medios de comunicación públicos manipulan a favor de gobiernos nacional o autonómicos; los sindicatos UGT y CCOO financiadas por gobiernos separatistas/socialistas a los que sirven. Como está el país, contribuir al aumento del gasto público es una traición contra la supervivencia de España. Y esta traición no la cometen solo los que votan a gobiernos separatistas/comunistas, sino muchos empleados públicos, socialistas inconscientes, que votan PP, estimulan, obedecen y practican políticas que aumentan el gasto público. Los sindicatos en empresas públicas no hacen otra, pero el sistema educativo, por ejemplo, está llena de socialistas inconscientes, que incluso creen que hacen el bien y se santiguan (mientras el país se descompone) haciendo que su institución pública crezca con su cooperación. A estos españoles la libertad les importa poco por la educación recibida, anti-liberal y socialista. Los medios de comunicación hacen el resto: difundir las ideas que conviene y tapar las que no. Legiones de sindicalistas y académicos (socialistas inconscientes), a todos los niveles, adoctrinan, obedecen o callan. Ideas como que lo público es lo bueno, lo privado sospechoso, y la aversión al riesgo (característica del empleado público) con buen sueldo vitalicio y muchas oposiciones de risa (educación primaria y secindaria). El Gobierno promete que “no tendremos nada y seremos felices”, sin propiedad ni libertad. Todo del Estado, pero administrado por ellos. ¡La felicidad comunista! La palabra “privatización” se pronuncia como sinónimo de injusto, por comunistas como si todo tuviese que ser público. Tres de cada cuatro titulados universitarios quiere ser empleado público. Un millón de familias tienen al menos un empleado público en casa. Entre pensionistas y empleados públicos suman 12,5 millones de españoles; 15 millones de empleados privados (muchos con ingresos precarios) sostienen a 47. ¿Soportable?. El igualitarismo se vende como deseable, los impuestos a los ricos (no señores con yates) cuantos más mejor, y el Gobierno dice quién es rico y quién no. En la comunidad valenciana han rebajado un 30% el mínimo exento de patrimonio en la última legislatura, aumentando la lista de “ricos” para saquearlos fiscalmente. Se adoctrina que un varón es maltratador, la religión es peligrosa, pero votantes PP creen que con ir a misa compensan sus obedientes conductas, como hace la Conferencia Episcopal, y hasta este Papa comunista. Según Santo Tomás, la estupidez es pecado, y contribuir al aumento de la deuda, aumentando las titulaciones ya ofertadas y haciendo de la universidad una enorme guardería pública, es derrochar gasto público. Sobran universidades públicas subvencionadas al 80%, producimos más abogados que EEUU. Obedecer al tirano es cooperar con él. Las personas ocupadas en sobrevivir no tienen tiempo ni para pensar, es más urgente ganarse la vida. Los obedientes a cualquier poder porque nunca se han rebelado contra nada, no perciben la tiranía ni la traición (les resbala todo). Los medios de comunicación mayoritariamente trabajan por mantener la apariencia de “normalidad”, porque hay elecciones, porque la gente va a los restaurantes y supermercado, pero los que van a restaurantes siempre son los mismos, y mucha gente no come bien, pasa frio en invierno y calor en el verano, por la inflación . En España los partidos políticos gobernantes son falsas élites que se reparten el Estado a nuestras costa, y no se puede votar irracionalmente. Dominados los medios de comunicación por el poder hegemónico, la única resistencia posible es la ideológica. Si la oposición política significa sustituir en el poder al socialismo/separatista, pero deja intacto todo el proceso legal, cultural, institucional impregnado de socialismo, simplemente ocupada en paliar los inmensos daños económicos del Gobierno anterior, con universidades abarrotadas de “socialistas inconscientes” servidores al poder, funcionarios obedientes bien pagados, que no combaten la ideología imperante, y se limitan a la corrección política, aunque no voten socialista hacen política socialista. El siguiente nivel de rendición, confiesan, es “que como la sociedad ha cambiado tenemos que adaptarnos”, entonces se ha consumado el aumento de colectivización, de tránsito a la dictadura. La politización universitaria impregna la cultura social asumiendo la rendición ideológica. Los socialistas inconscientes, colaborando en la ampliación del sector publico, se equivocan si creen que están inmunizados por ser empleados públicos, porque cuando la deuda estalle y tengamos que ser rescatados, el sueldo y la pensiones públicas sufrirán la reducción que haga falta (superiores al 20%) y lo pagarán. Las mentiras del Gobierno no paran, las pensiones no se pueden financiar ni la deuda pública tampoco. Al rescate solo le falta ponerle fecha. La falta de combate ideológico, de contar claro lo que pasa, nos conduce desde hace dos décadas a una dictadura sin oposición efectiva. Lo que más pierden estos socialistas inconscientes es intangible, derrochar una vida empeorando al país, y no podrán decir que no lo sabían, no habrá cielo para los traidores.

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