Agonía del matrimonio tradicional

Las leyes socio-comunistas impiden al varón casarse porque es un negocio para la mujer.

Ocultar hechos que deben manifestarse es mentir. Se confunde inteligencia con sabiduría. El número de matrimonios cae en España un 56% desde 1975. España es el primer consumidor de prostitución de la UE (tercero mundial). Datos de la UE muestran que 4 de cada 10 niños nacidos vivos en España en los últimos 13 años, lo hacen fuera del matrimonio, cada año nacen de media 14.500 niños menos que el año anterior, y se practicaron alrededor de un millón de abortos. En la última década 700 mujeres han sido asesinadas por recientes parejas en España. Muchas cosas funcionan mal, leyes incluidas. Sancho Panza dice: “quién acierta en el casar no le queda en qué acertar”. Las leyes españolas asustando al varón medio que huye del matrimonio porque, en caso de divorcio (solicitado por la mujer el 90% de los casos) lo humillan. Cuando el patrimonio conyugal se reduce al hogar, él tiene que irse (pagarse su alojamiento), tendrá que seguir pagando la casa que no usa (si queda deuda), disfrutada potencialmente por un tercer varón sustituyente, que gratis disfrutará lo que él pierde y paga. La legislación desquicia varones provocando crímenes. El matrimonio no garantiza nada al varón, es un certificado de pérdidas diferidas al divorcio. La inteligencia (natural y artificial) está sobrevalorada. Una persona inteligente es un rápido acumulador de información, sin garantía de entendimiento complejo. Un sabio tiene capacidad adquirida, de combinar inteligencia, conocimiento y experiencia (edad suficiente) para producir una comprensión coherente. Lo contrario de inteligente, es lento. Lo contrario de sabio es estúpido. Las buenas decisiones las toman los sabios (no los inteligentes, guapos o ricos). Confucio dijo: Si eres el más sabio de un recinto, estás en el recinto equivocado (conviene juntarse con gente más sabia que uno). Una pareja comparte recinto mucho tiempo, y Confucio recomienda que la pareja sea al menos tan sabia como nosotros para no aburrirse . La etología, la parte de la biología que estudia el comportamiento humano desde la perspectiva animal, enseña sin dudar, tres cosas: (i) la pareja se constituye por elección de la hembra, (ii) el principal indicador que usa la hembra para seleccionar al macho es la capacidad de generar recursos para la prole (dinero),(iii) la hembra decide tener contactos “eventuales” con parejas diferentes a la estable (para mantener la especie). El matrimonio actual en España es un contrato a pérdidas para el varón, salvo el milagro de que no haya divorcio. Sigmund Freud, conocía bien al humano y dijo que los hombres se enamoran por lo que ven, y las mujeres por lo que escuchan. Los jóvenes deberían saber que leyendo más se da mejor conversación que yendo al gimnasio. La etología, Freud y Confucio, sugieren: (i) Cuanto más bella y menos inteligente sea la mujer, más posibilidades tendrá de elección de pareja estable .(ii) Si es bella e inteligente, buscará a inteligentes ricos. Siendo importante, como dice Sancho, es natural que la mujer dude en la elección/abandono de pareja, con la presión añadida de la caducidad maternal. Aparecen, o mandan entonces, los “asesores sentimentales”: familia, amigas casadas y divorciadas, que aconsejan con la sabiduría alcanzada. Así se propaga el divorcio y traumas mentales: no se puede ser lo que otros te dicen que seas sin enfermar. La política familiar es : “casar a la hija con un hombre de provecho”. Para los ricos de varias generaciones (herederos), el “provecho” es un patrimonio mayor al suyo (el amor romántico es ensoñación de pobres). Así, eligen pareja con buen patrimonio; si sale mal, se divorcia y ganarán bienes adquiridos conjuntamente, pensiones alimentarias si hay hijos. Mientras las ricas dudan y la política matrimonial funciona, varones con sueldos bajos, inestables laboralmente, sin compromiso aprovechan los “encuentros eventuales” y nutren de amor a la abundante y creciente demanda de separadas (130.000 anuales). El matrimonio seguirá practicándose entre clases altas hasta que las familias de varones ricos comprendan lo que los pobres ya saben: el actual matrimonio es un negocio para la mujer, por la ley de divorcio. ¿Para qué casarse, tener hijos, habiendo tantas separadas, prostitutas, y mascotas que no te abandonan?

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