Probablemente siempre hay razones para disentir, pero sobre todo en países con evidente decadencia, por tener más desempleo y deuda, y menor renta per cápita sostenidamente decreciente. El descenso demográfico, la desaparición de la clase media, la disminución de la actividad privada y el aumento del sector público anticipan la ruina de los países. En un país arruinado se puede vivir bien, pero no puede tener instituciones excelentes, solo puede tener muchos individuos excelentes. Naturalmente hay muchas personas interesadas en mirar para otro lado, por intereses, ignorancia o ética relajada.
El totalitarismo blando, con apariencia de libertad porque no hay militares reprimiendo en las calles, y hay elecciones formales, corroe las instituciones y el futuro de los países. Legiones de intelectuales a sueldo favorecen a los tiranos, y por eso la disidencia es necesaria. Donde no hay centinelas hasta los imperios desaparecen. Equivocadas o acertadas, en este medio encontrará usted sugerencias para la mejora de España, que en realidad son investigaciones opinadas. Algunas pueden ser útiles incluso para otros países, porque, desgraciadamente hay muchos males extendidos por la tecnología y el globalismo. Por eso practicamos el bilingüismo. Opiniones disidentes son invitadas, siempre que no sean evidentes.