Ximo Puig ha ejercido de chico de los recados de Sánchez, y no consigue nada para los valencianos.
La Tauromaquia probablemente lo más español de nuestra cultura, está desapareciendo por obra de socialistas-separatistas . El alguacilillo, montado a caballo es el encargado de ejecutar y transmitir las órdenes del presidente durante las corridas de toros, y encabeza el paseíllo al inicio de la corrida. Ese es el “rol” del Presidente Puig respecto al Presidente Sánchez. Cada iniciativa de Sánchez es como una corrida, por la propaganda no saben cómo saldrá. El alguacilillo Puig montado en el caballo de la SER, apoya los indultos, luego intenta desgastar a Ayuso con la absurda idea de subir los impuestos a madrileños, viendo el resultado mediático, el Gobierno desautoriza a Puig, hace el ridículo y Sánchez lo niega en voz de Montero. La Comunidad Valenciana, con un Gobierno parecido al estatal, con mayor presión fiscal que la media nacional todavía está peor, la segunda autonomía más endeudada, impuestos de sociedades y donaciones los segundos más altos del país. La ensoñación del corredor Mediterráneo, la paralización de la ampliación del puerto de Valencia y la escasez de proyectos públicos que dinamicen la Comunidad solo sorprende al ingenuo, la inversión pública va a las comunidades separatistas, y la cooperación público-privada prohibida por la ideología. Puig hace lo que le dicen sin reivindicar nada en Moncloa. La estrategia de la “cuadrilla” socialista es conocida: dividir a los ciudadanos, gastar con pólvora del Rey y ponernos más impuestos. El Presidente Puig perjudica a los valencianos, y teme a Sánchez más que Curro Romero a un “Miura”. ¿Qué ha conseguido el Gobierno Puig? Palos a los que no le votan: hosteleros, pequeño comercio, católicos; promesas de puentes con grandes empresarios, y concordia con sindicatos. La gestión de la pandemia ha arruinado miles de autónomos, obligándoles a cerrar sin ayudas directas, mientras en muchos países la gente ya atiende a grandes eventos sin mascarilla, aquí todavía no y veremos; la Generalitat sancionada por desproteger a los médicos en pandemia; invade la intimidad de los alumnos en la EvAU , diluye asignaturas básicas como las matemáticas mezclándolas con “marías” y permitiendo pasar de curso con suspensos; obligados por sentencias a devolver los conciertos de bachillerato a los perseguidos colegios católicos; tiene sentencia firme de abusos a menores de afines a su propio Gobierno; aprueba ley para que los funcionarios de la Generalitat sepan catalán, para llenarla de correligionarios. La financiación de la Comunidad nunca mejorará siendo alguacilillo de Sánchez. Puig defendió los indultos y eso implica sobrefinanciación de catalanes y vascos, y que nuestra Comunidad recibirá menos. Lo que le conviene hacer ya a la Comunidad Valenciana es: (i) Reducir todo gasto político-administrativo improductivo para rebajar deuda. (ii) Reducir a la mitad la parte autonómica del IRPF a jubilados y el impuesto de sucesiones y donaciones. Bajar cotizaciones sociales de contratos para jóvenes. Los autónomos deben pagar en función del beneficio y lo mínimo por actividad. (iii) Recuperar esfuerzo educativo y valores morales positivos. La EvAU desorienta al estudiante y debe cambiarse. Medidas activas de fomento de la natalidad, desgravaciones fiscales y guarderías públicas gratuitas a las jóvenes parejas. ¿Qué gasto hay que ahorrar? Mucho, para empezar: reducir a la tercera parte el número de coches oficiales, chóferes, escoltas, asesores, puestos de confianza; liberados y subvenciones sindicales, consorcios, institutos, academias y fundaciones clientelares, suspender los premios Jaume I hasta que la deuda disminuya ¿Puede explicar alguien para qué sirven estos premios de la opulencia en sociedades arruinadas? El Gobierno autonómico finge que apoya la ciencia y el emprendimiento, cuando baja el nivel académico y el esfuerzo, el alumnado llega a la universidad sin saber escribir sin faltas ni hacer operaciones elementales. Persiguiendo a nuestros colegios católicos, mientras llaman a inmigrantes ilegales, de culturas diferentes sin integrarse, ayudados además en parroquias. La televisión autonómica se debería privatizar (no cerrar). Reconstruir tejido productivo manufacturero e industrial, producir y fomentar consumo de producto nacional, mejoraría rápidamente el consumo y el empleo. El PP debe quemar las viejas naves (modelo Rajoy), apostar por reducir gasto y bajar impuestos (modelo Ayuso), construyendo puentes con VOX. Si no lo hace, por complejos, Sánchez tendrá también al PP de peón.
Artículo publicado en Las Provincias