El adoctrinamiento académico y la propaganda socialista amansa a los jóvenes.
En España los hijos se independizan cada vez más tarde, se convierten en adulto más tarde que en países próximos, porque no se atreven a arriesgarse a vivir por sí mismo, sobre todo si es varón. La incertidumbre de vivir, acobarda al joven por tres motivos. Primero, porque está acostumbrado a la forma confortable de vivir de los padres, segundo porque sus amigos tampoco lo hacen, y tercero porque la economía no ayuda (empleos inestables, salarios bajos y vivienda poco accesible)
Los humanos somos lo que hacemos repetidamente, dijo Heráclito. Si nuestros padres viven precariamente cuesta menos arriesgar a independizarse porque tienes menos que perder. La protección familiar nos hace cobardes. La familia tradicional es erosionada por el socialismo con ideologías de género porque aquella protege mejor que el Estado, haciéndolo prescindible. Pero la familia se convierte involuntariamente en aliado socialista cuando sobre protege a los hijos, que no se arriesgan a ser libres.
En España las familias pagan la universidad subvencionada al 80% , pero sus hijos con probabilidad 2/3 no se emplearán para lo que han estudiado, serán frustrados por la realidad comunista económica española que impide la actividad privada y obstruye el emprendimiento, con todo tipo de obstáculos, fiscales e inseguridad jurídica, principalmente. Los jóvenes tendrán que emigrar si quiere vivir la mitad de bien que sus padres. Y sus padres lo han hecho, por las condiciones económicas, casi óptimas que dejó Franco.
Fuera del entorno familiar, y amigos, está el entorno político. El socialismo es quién ha gobernado más tiempo en España desde 1978; 25 de los 45 años transcurridos (5 la UCD y 15 AP/PP). El número de empleados públicos ha aumentado un 500% en ese periodo. El sueño socialista de que todo sea público está próximo. Los últimos presidentes socialistas, Zapatero y Sánchez, son anti-patriotas, anti-católicos y mentirosos, se dejan chantajear por separatistas, pero todavía son votados.
En España hay, hoy más de 13 millones de compatriotas que viven de un sueldo o pensión pública . Añadan los adultos que viven de subvenciones, y más de dos millones de inmigrantes inactivos. En España, el emprendimiento, el riesgo empresarial, la actividad privada decrece desde hace dos décadas. Los jóvenes no trabajan en el sector primario ni manufacturero, porque la economía importa de todo generando paro. Los jóvenes no aprenden oficios y buscan trabajo señorito estudiando en la universidad.
En España los jóvenes son fáciles de engañar y de comprar electoralmente. A los políticos, profesionales y amateurs (gestores del sector público) solo les interesan los jóvenes para que les voten, objetos electorales, porque en la universidad, la verdad es lo que piensa la mayoría. Les engañan todos y ellos no saben qué será de ellos. Respecto a los demás, padres y profesores incluidos, ¿Qué hacer para despertarlos si no están soñando sino durmiendo? Saturados de corrección política socialista donde estudian, y manipulados por todos los cargos para que voten obedientemente.
Si, buscadores de votos, porque eso es lo que ocurre también en la educación pública, todo se decide por votaciones. La verdad procede de la mayoría como en la política, impera la doctrina de la obediencia socialista y/o separatista, según la geografía. Eso no es lo peor, que es la doctrina cultural de que lo público es lo bueno, el riesgo y el emprendimiento es peligroso. En la instrucción pública se aprende a ser funcionario.
Tres de cada cuatro titulados universitarios declara desear ser funcionario. Los jóvenes españoles no se rebelarán ni aunque rescaten el servicio militar y los envíen a morir en la guerra, supongo que los varones, cosa de la que se está hablando en la UE, porque las autoridades dicen que Putin nos atacará y un emergente ejercito europeo nos defenderá.
Les llenan la cabeza a los jóvenes con que lo público es lo bueno, y que en la educación privada regalan el título porque pagan lo que cuesta. En la pública le llenan la cabeza al estudiante de socialismo disfrazado de igualdad, y de separatismo con la lengua. Los jóvenes tienen difícil acceder a la verdad, por la educación, los medios de comunicación públicos, y privados subvencionados.
Escuche o lea en cualquier medio de comunicación, hay izquierda, derecha y extrema derecha. Nunca oirá sobre la extrema izquierda, donde hay angelitos como EH-Bildu, o Zapatero y todo el PSOE actual, todo es extrema izquierda, pero les llaman demócratas. Tenemos una dictadura con urnas y sin militares, porque estos ya no los necesitan y están maniatados y obedientes. Pero no solo en la España dudosamente constitucional. En Vascongadas y Cataluña tenemos dictaduras separatistas. En la España actual la libertad solo se permite si estás callado.
Los jóvenes españoles ya no son rebeldes, les han contado que hay que rebelarse contra la extrema derecha. No saben lo que podrían rebelándose con el voto a quienes les engañan, no se rebelan contra quien les condena a ser esclavos; no sueñan porque no se atreven a arriesgarse a nada. No necesitan esfuerzo para el aborregamiento porque sus padres también lo están. Quieren ser otro funcionario más, quieren seguridad y obedecen a las autoridades académicas para que les dejan entrar en el sistema público, quieren sobrevivir porque en este país comunista quien no va a favor de lo público es perseguido.
Vivimos la cultura donde el envase vale más que el contenido. El físico importa más que el intelecto, los gimnasios proliferan. Las familias, que son las que pagan los estudios, aunque estén regalados por la subvención del 80%, creen que sus hijos se emplearán, pero sólo lo hará una tercera parte. El paro juvenil sobrepasa el 28%; los españoles se independizan cuando sobrepasan los 30 años; hay menos matrimonios que hace 25 años, cuando la población era muy inferior, y la propiedad de la vivienda es inaccesible por los bajos ingresos y altos precios.
Los varones huyen del matrimonio porque la inseguridad económica, la asimetría legal a favor de la mujer, y la alta probabilidad de divorcio, les indica que si se divorcian serán desplumados. Así se explica el alarmante descenso de la natalidad en España, que entre otras cosas agrava la financiación futura de las pensiones de un país ya muy envejecido.
¿Cómo reaccionan los jóvenes ante esta situación? Adoctrinados de socialismo y separatismo, desde la enseñanza secundaria, en la universidad los jóvenes desnortados y orientados a la obediencia al poder, están pendientes de administrar sus urgencias.
La universidades deberían estar obligadas a decir, lo que dicen las empresas financieras, para prevenir al estudiante : Beneficios pasados no garantizan beneficios futuros. Muchos después de tener un título que no emplea se deben sentir frustrados, engañados, insignificantes. El exceso de universitarios devalúa el título, no solo respecto a la empleabilidad, sino a los ingresos.
Los gobiernos no tienen sentido patriótico, resolviendo los problemas de los ciudadanos. Nadie piensa a medio plazo, todos derrochan gasto público, y por eso no hay actividad privada que emplee a los jóvenes. Los altos e impredecibles impuestos comunistas, como al “exceso de beneficios” a grandes empresas; la cuota de solidaridad a individuos con ingresos superiores a 56.000€ anuales; la ocupación ilegal de las viviendas, las altísimas cotizaciones sociales y la inseguridad jurídica retraen la inversión extranjera, así que nuestro desempleo es establemente el doble de la media de la UE.
Cuando los representantes políticos no se ocupan de las necesidades de supervivencia de la población, como es su empleabilidad, y se ocupan de enfrentarlos retomando la guerra civil, que terminó hace 85 años, y promulgando leyes de reinterpretación de la historia, favorecen el resurgimiento del enfrentamiento y el odio entre los españoles, iniciado por Zapatero y continuado por Sánchez.
Cuando esos mismos gobernantes actuales se ocupan de eliminar también cualquier resorte espiritual de la población, y fomentar políticas anti-familia tradicional, sustituyéndolas por las reverencias al dios abstracto del Estado y a lo público, ¿en qué se puede apoyar el español actual sin resortes de supervivencia material y espiritual? No se publica, se oculta, pero más de once españoles, cada vez más jóvenes se suicidan hoy en España. Esos son los muertos de que hay que ocuparse en evitar, en lugar de ocultarlos, y no “resucitar” a los muertos de la guerra civil española, para enfrentar a los ciudadanos.
Los jóvenes españoles no tienen sueños, ideales, ilusiones, no quieren arriesgarse, no quieren llevarse la vida por delante, como decía Jaime Gil de Biedma, en su poema “No volveré a ser joven”. Los jóvenes actuales no tienen empleo, pero tampoco tienen fe en nada, energía. Acostumbrados a paguitas, subvenciones miserables para que voten a los que les esclavizan. Practican botellón y consumen drogas para olvidar un futuro oscuro. Decía Heráclito de Éfeso , que la adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo; pero él mismo nos dijo también que somos lo que hacemos repetidamente, y nuestros jóvenes no saben más que obedecer a los socialistas, que son los únicos que les han contado cuentos, aunque fuesen falsos.