Brillante diagnóstico y torpe terapia, doctor Draghi

Gastar sin eliminar lo que sobra no merece premio.

Las preguntas adecuadas son más importantes que las respuestas, porque sin
aquellas no se puede lograr la respuesta adecuada. Las respuestas a los
problemas importantes exigen cambios, y éstos son los más difíciles de
producir,
tanto en el plano personal e individual como en el colectivo.
El señor Draghi es un magnífico y brillante preguntador, y en el discurso de
aceptación del premio Princesa de Asturias a la Cooperación Internacional,
hizo una pregunta pertinente a su tema, pero que es más general de lo que tal
vez prevé
el mismo Draghi: ¿Por qué no podemos cambiar?
Para poder cambiar necesitamos cuatro cosas. Primero tenemos que poder
pensar, si estamos sobreocupados con varios empleos, o no tenemos la
libertad de expresión porque te puedan acusar de odio u otra cosa, porque hay
cosas que hasta que no se las nombra y se les pone un nombre no existen. A
veces la excesiva dedicación a la supervivencia no deja tiempo ni fuerzas para
pensar. El filósofo Aristóteles defendía la esclavitud como una forma de dar
tiempo libre a los ciudadanos para dedicarse a la filosofía y la reflexión. La
segunda condición es dejar a un lado nuestra posición inicial, y observar
la realidad olvidando nuestra previa opinión, es decir, tener sentido crítico sin
dogmatismo. Solo así estaremos dispuestos a cambiar y mejorar nuestro punto
de vista.
La tercera es hacer un diagnóstico adecuado, tener en cuenta otras
opiniones, tienes que aceptar que las cosas están mal y que hay que hacerlo.
Si están las cosas bien, no hace falta cambiar. En cuarto lugar, tienes que
tener agallas, capacidad de arriesgar, es decir aceptar que tomando las
decisiones que implique el cambio, hay probabilidad real de perder, de sufrir
daño, incluso de empeorar temporalmente.
Todos los descubrimientos vienen de cambios finales, que anteriormente fueron
fallos, no fracasos. Mi experiencia es que cuando te arriesgas al final la
recompensa suele llegar. En el camino encuentras cosas que no buscabas, es
la recompensa de la serendipia. La Providencia recompensa a las personas
con fe en el cambio regalándole a veces hallazgos no buscados.
Quien intenta algo nunca fracasa, los fracasados son los cobardes y miedosos
que no intentan nada, los que miran para otro lado, los que siguen la corriente
sabiendo que aumentan la bola del mal. Incluso los hay, que advirtiéndolos no
hacen caso, son psicópatas pasivos ante el poder, obedientes
incondicionales. Se hacen una masturbación mental, y siguen haciendo el mal
sin cambiar. Las administraciones públicas están repletas de psicópatas
depredadores sin piedad que para continuar en el poder evitan cambiar lo que
deben, no eliminan lo que sobra. La universidad y la política están repletas de
psicópatas, y búsquenlos donde hay poder, que es lo que buscan.

Engañan, sonríen, derrochan. En el terreno individual el psicópata deja estelas
de corazones rotos, expectativas arruinadas, billeteras vacías. En el terreno
público arruinan organizaciones, países, y causan millones de víctimas, no solo
económicas. Los dictadores temen tanto a la libertad de los demás, los
cambios que puedan experimentar contra sus intereses, que prohíben la
libertad por la fuerza (delito de odio). ¿Por qué no cambian los votantes
forofos del PP y PSOE?
¿Por qué no se identifican a los psicópatas obedientes al poder
autoritario?
La buena gente forofa tiende a creer que los demás son como ellos, no suele
sospechar de los demás, cuando tropiezan con un psicópata no lo identifican
porque éste no aparenta lo que es. La buena gente forofa no se imagina que el
prójimo haciendo cosas que ellos son incapaces de hacer, normalmente
aceptan como explicación lo menos extraordinario, lo que aparenta ser y no es
del psicópata. Toman la parte buena que enseña el psicópata y son engañados.
¿A cuántos no han engañado Zapatero y Sánchez con la pinta de bambi uno y
de maniquí el otro? Estos monstruos de la vida real suelen tener un aspecto
bonachón, tan corriente como nuestros hermanos, presentan un aspecto
virtuoso, más conveniente que la virtud misma. ¿Han visto alguna vez un falso
melocotón de plástico? Tienen un aspecto más agradable que los verdaderos, y
usted lo podría elegir si se lo presentan al lado de uno verdadero.
Casado o Mazón se parecen a los socialistas Zapatero y Sánchez en su
comportamiento psicopático. Los líderes gallegos del PP de las dos últimas
décadas Rajoy y Feijóo son de otra manera, son “a la gallega”, unos
personajes que nunca dicen toda la verdad de lo que piensan para sacar
ventaja, más que mentir, ocultan siempre la verdad. Son tan falsos como los
psicópatas activos, capaces de engañar igual, pero no porque te digan una
mentira sino porque te ocultan la verdad. Parecen moderados, tibios,
incapaces de matar a una mosca.
El daño que causan es que no reparan el mal causado antes por los
psicópatas activos. Su inseguridad, sus miedos, les impide actuar cuando
saben que van a tener reacción en contra, carecen de agallas. Se hacen pipí
encima cuando los grandes sindicatos amenazan. Por eso estos gobernantes
nunca eliminan lo que sobra, no sirven para resolver un país destruido como es
la España reciente.
Cuanta más gente hay que no cambia cuando debe, más grande es el
problema por resolver. Y llega el momento, que a pesar del “too big to fail” ,
explota y las consecuencias son desproporcionadas por culpa de que algunas
personas que tuvieron que cambiar no lo hicieron. La historia de las crisis
financieras, las guerras, y catástrofes naturales como la última riada de
Valencia, se explica por negligencias y maldades que no hicieron lo que
debían, que no cambiaron cuando tuvieron que hacerlo, antes, en y después de
manifestarse.
España lleva dos décadas deteriorándose aceleradamente sobre todo porque
hay millones de votantes de los dos grandes partidos, PSOE y PP, sin darse
cuenta de que el PSOE ha dejado de ser socialdemócrata y ha pasado a ser

una organización que hace cualquier cosa para perpetuarse en el poder, y que
no se ajusta a los estándares socialdemócratas de Europa.
Este PSOE y sus gobiernos Sánchez han cambiado leyes quebrando la
igualdad ante la ley de hombres y mujeres; utiliza sistemáticamente el real
decreto ley (que es excepcional y urgente) saltándose el Congreso, propio de
una dictadura; ha ocupado todas las instituciones del estado falseando datos
oficiales de paro, deuda; no se respeta la propiedad privada; establecen el
delito de odio, que es una limitación brusca de la libertad de opinión; no
deflactan las tarifas del IRPF a pesar de tener inflación galopante; quiebran la
igualdad entre españoles favoreciendo a comunidades separatistas.
La deuda pública no para de crecer en términos absolutos, aunque por el brutal
gasto que causa déficit anual de 50.000 millones, no crezca la deuda
respecto al PIB; se ocultan 800.000 parados en concepto de fijo discontinuo y
se cuentan como dos cotizantes a la seguridad social cada vez que un
cotizante tiene dos empleos. Se subvencionan con paguitas a jóvenes y
mínimos vitales, se trabajan menos horas privadas que hace dos décadas, por
eso la renta per cápita no ha crecido (descontada la inflación). La clase media
se ha reducido a la mitad y uno de cada cuatro españoles no llega a fin de
mes.
Como el PP de los dirigentes gallegos buscan el centro y el PSOE se ha
desplazado a la izquierda por sus socios, el PP se ha convertido en
socialdemócrata, el ministro de hacienda de Rajoy, Cristóbal Montoro es un
ejemplo clarísimo. El presidente gallego Rueda instauró la primera matricula
universitaria gratuita. Además, el PP y el PSOE están aliados en la UE en el
Partido Popular Europeo, de donde proceden el 70% de las leyes que tenemos
que cumplir. El PP no está contra el aborto, para más señas socialdemócratas.
De este modo los dos grandes partidos españoles han cambiado,
mientras que el núcleo de votantes forofos de ambos partidos no
cambian, ni se enteran.
El resultado es que la mayoría de los votantes del PP y PSOE, que son forofos
votan a partidos que son como eran los adversarios de hace dos décadas,
aunque sigan votándoles con fidelidad religiosa. Pura esquizofrenia electoral.
Cuando un partido nuevo, como VOX defiende posturas patrióticas, en el
sentido de conservar tradiciones, el apoyo a la natalidad y la familia, los
valores católicos, la reducción del tamaño del estado, la bajada de
impuestos, el control de la inmigración irregular resulta que los mismos
votantes forofos del PP, les acusan de radicales y fascistas. Si esto no es una
sociedad esquizofrénica y electoralmente inmadura, que venga alguien y me lo
explique. Muchísimos votantes PP eligen hoy a un partido socialdemócrata,
como era hace dos décadas (antes de Zapatero) el adversario PSOE. Los
votantes forofos del PSOE votan a un partido que no tiene nada de
socialdemócrata como era antes el PSOE, y dudosamente constitucional.
Volviendo a la pregunta de Draghi, él que al aceptar el premio se ha sentido
responsable, y ha enseñado un camino, urgiendo a lo que llama un

“federalismo pragmático” que permita a la UE avanzar en su legitimidad
democrática. La brevedad impide ser más explícito, pero la UE ha perdido
legitimad democrática porque en muchos países los socios del partido popular
europeo se alían con radicales de todo tipo para impedir que los partidos
soberanistas entren a formar parte de los gobiernos nacionales. Las élites
de la UE han perdido el rumbo, y han cambiado para mal, hacia un socialismo
burocrático ecologista que propugna el decrecimiento, y se ha entregado a un
globalismo multicultural y malthusiano que va contra los intereses europeos
tradicionales. Si se recomienda invertir más sin eliminar lo que sobra, a lo que
se llega es al endeudamiento sistemático de todos los países de la UE. Y
cuando el problema es “too big to fail”
lo que ocurre es que inventan un culpable y montan una guerra.
Es verdad que hay falta de legitimidad democrática, pero también hay una
absurda política ecológica y fomento de un decrecimiento neo malthusiano, que
ha destruido millones de empleos a la UE. La política energética, investigación
y migratoria tres cuartos de lo mismo. Entiendo que el doctor Draghi no se
quiera enfrentar a la tiranía de las élites de la UE, pero por eso no debemos
aplaudirle.
Por ejemplo, las políticas ecologistas de la UE han impedido que se interviniera
obras hidráulicas baratas en barrancos de la comunidad valenciana, de las que
los socialistas X. Puig, T. Ribera y P. Sánchez son responsables. Mientras
Mazón estaba en el Ventorro, el expresidente Puig se da la buena vida en el
destino dorado de la OCDE en París, Ribera se preparaba el examen para el
cargo dorado en la UE, y Sánchez estaba de vacaciones en la India. Toda
la prensa responsabiliza a Mazón, ¿quién responsabiliza a Puig, Ribera y
Sánchez?

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