Desvelando tramas 

Cada palo que aguante su vela.

Gobernantes españoles nos arruinan derrochando. La deuda pública se ha multiplicado por 4 en 20 años (de 0,4 a 1,6 billones de euros). En los últimos 45 años la población española ha aumentado en 10 millones, uno de cada cuatro nuevo empleado público (de 0,7 a 3,2 millones). ¿Quién paga esta fiesta? La propaganda mediática aliada de la estupidez individual facilita que suficientes españoles voten a derrochadores. Socialistas inconscientes (no votan socialista pero cooperan libremente con aumento del gasto) arruinan a sus propios hijos. Profesores universitarios A,G y L continúan la tertulia anterior (Montesquieu) extendiendo explicaciones. 

A: ¿Por qué los socialistas quieren destruir la familia tradicional? 

L: Lo primero que debemos entender es que desde Zapatero, el PSOE  no es socialdemócrata, blanquea terroristas y separatistas para que le apoyen a gobernar, favoreciendo sus fines y aumentando la “desigualdad territorial” al pagar el apoyo con privilegios. No es evidente la respuesta, los socialistas son malvados, no tontos. Intentan destruir la familia porque retuercen la realidad para engañar. Es una vía indirecta, dejan de ayudarla e incentivan su desaparición.

A: ¿Puedes ser más explícito? 

L: Los socialistas/comunistas pretenden la estatalización, que todo dependa del Estado, ese es su “progreso” contra el individuo y su libertad. La propaganda comunista y sindical acusa de “privatización” cualquier cooperación privada.

G: ¿Y qué tiene que ver eso con la familia?  

L:  Una estructura familiar fuerte, con una clase media amplia reduce la importancia del Estado porque la familia protege eventuales carencias infinitamente mejor que “el Estado”. Sin familia, el precario (tres millones de familias) no tiene más remedio que depender del “Estado”. Los socialistas buscan sus votos, sin proporcionar condiciones para ganarse la vida, que es la misión de un buen gobierno, y no hacer de Robin Hood, quitarles a unos, darles a otros, sin generar riqueza.

G: Pero la clase media mengua.

L: Claro, el socialismo solo quiere clase media pública. La clase media privada se limita a empleados de grandes empresas, y los pocos autónomos que sobreviven al saqueo fiscal. 

A: ¿Tiene relación con la baja natalidad? 

L: Naturalmente, sin educación religiosa, con la instrucción y propagación de ideologías de género, el desequilibrio legal varón/mujer, el feminismo artificial que criminaliza a todos los hombres, el desempleo que dobla al de la UE, produce muchos precarios dependientes del Estado. Pocos jóvenes se atreven a formar familia, la mitad de las parejas se rompen y las mascotas sustituyen a los hijos.

G: ¿Por qué tienen que romperse?. 

L: Las estadísticas lo dicen, pero es más profundo. La gente piensa poco, incluso cuando se separa o se casa, proyecta poco a largo plazo, no piensan en la importancia de la compañía, la amistad, en cuando sea mayores. La economía influye, cuando ésta va mal se divorcian menos, porque se dificulta cumplir la situación post-separación, ventajosa para la mujer. 

A: La familia es buen protector pero mal asesor.  La mujer se equivoca más porque decide más, las asimétricas leyes socialistas la benefician y la empujan al divorcio cuando asoman mínimos problemas. Si se incentiva el divorcio, el aborto, naturalmente aumentarán (100.000 abortos y 185.000 separaciones anuales, aproximadamente). Eso es también progresismo.

L: La asimetría legal favorece las peticiones de separación (casi siempre femenina). El socialismo no defienden a la mujer, la utiliza. Lo que pretende es quebrar la familia tradicional y conseguir voto femenino incauto. 

G: ¿Si el 90% de los empleados universitarios son socialistas, lo soy?

L:  Cada acto que favorece el aumento de gasto público innecesario es estúpido y socialista, aunque no les votes. En la universidad los vemos, los conocemos, son obedientes, se dejan llevar, se llevan bien con el poder, les va parecer moderados, modernos, lo hacen con alegría porque nunca se han enfrentado a nada. El PAS (personal de administración y servicios ) se consideran a sí mismos clase inferior al profesorado, con mucha implantación sindical. Casi todos son ideológicos, los inconscientes vienen del profesorado. Hay muchos matrimonios de funcionarios con pareja PAS, se contagian entre ellos y a sus hijos. Las familias de empleados públicos movilizan fácilmente más de 6 millones de votos, más de 3 socialistas, los otros votos del PSOE proceden de pensionistas (hay 10 millones) asustados por la pensión, porque siempre votaron. 

A: ¿En qué perjudican los socialistas inconscientes a los demás? ¿Por qué son estúpidos?

L: Es una cadena cuyo último eslabón es derroche de gasto público, aumento de deuda. Los rectores se contagian de socialismo en la CRUE . En nuestra comunidad valenciana, por ejemplo, hay un mapa de titulaciones caótico, las universidades multiplican titulaciones, inventan algunas dobles titulaciones absurdas justificando excedentes de personal, porque si decrece en tamaño el rector no se proyecta. Tienen demanda cautiva de alumnos desorientados, sin trabajo alternativo. Sus familias hacen como el mal comprador que compra algo descontado al 80% aunque no le sirve. Esto significa que se derrocha en personal, profesorado y administrativo. Es chistoso que con la digitalización no disminuyan los administrativos.

A:  La estructura del gobierno de la universidad es tan derrochadora como la de Sánchez.  La universidad se ha convertido en una guardería para adolescentes, porque los jóvenes ni tienen trabajo, ni tampoco quieren trabajos manuales (construcción, sector primario, conductores, tapiceros, carpinteros, camareros, restauradores…) que hacen falta, y nadie arriesga nada, ni emprende. Todos quieren trabajo señorito, y funcionario si es posible. Sobran universitarios, faltan titulados FP con buenas prácticas. Y lo peor de todo, los mejores se van al extranjero.

G: También hablamos la semana pasada de ética y de moral. De proyecto nacional común.

L: La confianza es la condición necesaria para que viva la ética. Sólo el 22% de los ciudadanos españoles declaran confiar en los demás.

A: El comercio necesita libertad y confianza, seguridad jurídica, que no te expropien, que no te ocupen la vivienda, impuestos razonables, regulaciones sencillas. Y que la gente sueldos dignos, que podrían serlo sin tantos impuestos.

L:  Lo que dice A se llama libertad económica, hay un índice y cada año bajamos puestos. La libertad requiere confianza. En la universidad funciona la ética de la mayoría, todas las decisiones son políticas, con votaciones. Votamos para estar en contra de otro. No hay libertad ni confianza, se está votando continuamente. La autoridad radica en la mayoría mediocre, no en la excelencia. Se buscan mayorías hasta para perseguir al disidente, se practica la tiranía contra minorías. 

G: ¿La calle conoce lo que pasa en la universidad? 

L:  Las familias españolas idealizan la universidad, porque o no fueron, o porque recuerdan el prestigio de hace 30 años, y porque sus hijos quieren trabajo señorito. La universidad pública se deteriora “progresivamente”. No lo veremos, pero llegará a ser residual. ¿Cuántas grandes empresas privadas se dedican ya a formar a sus empleados, y por qué? Empresas tecnológicas, de comunicación,…, saben que la universidad pública ni tiene nivel, ni cultura del esfuerzo y de emprendimiento.

G: Hay jóvenes excelentes.

L:  ¿Cuántos de esos se quedan?

A: ¿Y en el sector privado hay socialistas inconscientes?

L: El inconsciente lo es por el sueldo seguro, por eso se deja llevar y no espabila. El sector privado mengua en España aplastado por impuestos, con renta media inferior al sector público. En el sector privado la vida es dura, ahí caben pocos socialistas.  

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