Cómo recuperar la economía española

España produce poco y gasta mucho.

El capitalismo ha sido el único sistema económico de la historia en el cual la riqueza no se ha adquirido mediante saqueo sino mediante producción, no por la fuerza, sino por el comercio. Defiende los derechos de expresarse, asociarse, emprender y a la propiedad privada.  Sus desarrolladores necesitan muchas virtudes: laboriosidad, ahorro, sacrificio, austeridad, disciplina, continua y prudente reinversión 

de los beneficios. Los gobiernos no derrochan, apoyan y facilitan la creación de empresas porque emplean y crean prosperidad, poniendo impuestos bajos hasta que haya beneficios, proporcionando seguridad jurídica, libertad económica y el respeto de la ley y la propiedad privada. 

En España, las ideas liberales en las que se basa el comercio han estado y están ausentes de la instrucción pública, incluso hoy y para economistas, en la enorme mayoría de las universidades públicas, se enseña un socialismo que oculta las ideas liberales y propaga la función pública, el igualitarismo cuantitativo, la huida del riesgo emprendedor, la obediencia al poder para progresar. 

La verdad es lo que opina la mayoría, siete mediocres aplastan al brillante, la excelencia no existe, cualquier borrego laborioso llega a la cima, la vanidad y el narcisismo florecen, el disidente es perseguido hasta por los esclavos que lucen sus grilletes dorados porque tienen el sueldo seguro.  

El objetivo del socialismo y el comunismo es el mismo: la esclavitud de la masa al Estado, la sumisión de todo individualismo, de toda iniciativa privada. Lo que cambia es la forma, el comunismo usa la fuerza y el socialismo las urnas pero siendo obediente. Quieren acabar con los ricos para que seamos todos pobres y dependamos del sueldo o subvención pública. El esclavo más seguro es el que ignora que lo es, y como no hay sentido de pertenencia española, hay legiones de “socialistas inconscientes” que incluso sin votar inicialmente socialista, contribuyen como el que más al socialismo, que es contribuyendo al aumento del gasto público. 

Pero como somos lo que hacemos repetidamente, acaban siendo socialistas conscientes también, porque son suavizados con cargos, diplomas, premios y vanidades baratas. Hacen más daño al país que los que votan socialista y no pueden hacer otra cosa.

Si le dicen a un economista competente e independiente que un país de 48 millones de habitantes tiene estos datos:

  • 3,4 millones de parados y subempleados; 26% de paro juvenil.
  • 20% de la población jubilada.
  • 1,5 millones de universitarios y 1 millón de FP.
  • 3,5 millones de empleados públicos.
  • 1,6 billones de deuda pública; 1,3 billones de PIB anual, 22% opaco.
  • 4 millones de pobres con carencia material.
  • Ingresos medios públicos un 30% superior a los medios privados.
  • Natalidad persistentemente negativa en los 15 últimos años
  • Presión fiscal inasumible para pymes y autónomos.
  • Desde 2005 el PIB nacional estancado, descontada la inflación,

 el economista se preguntaría: cómo aguanta ese comunismo, cuanta corrupción debe haber, cómo trabajan tan poco, y que jóvenes tan señoritos y modositos. 

El análisis económico es sencillo, hay un exceso de empleados públicos y un déficit privado porque en dos décadas el PIB no ha crecido y la población si lo ha hecho. Los excesivos impuestos y cotizaciones sociales impiden la actividad económica privada.

Esto ocurre porque en la mayoría del tiempo (13 años) han gobernado el PSOE comunista de Zapatero y Sánchez, que han gobernado a favor del sector público y contra la actividad privada. Su prioridad son los votos de empleados públicos, no la mejoría de la actividad económica productiva.

 Por otra parte, el exceso de sector público, el derroche de gasto público, el envejecimiento poblacional, y el cheque económico pagado a los separatistas por su apoyo político, facilita la subida de impuestos y de deuda pública. La bola de deuda aumenta y la actividad privada decrece.  Lo que interesa es lo contrario, más actividad privada y menos pública, menos impuestos gradualmente bajados e incentivos a la actividad privada.

Si le preguntaran al economista imaginario, que priorizara reducir la pobreza y la deuda, aumentando la actividad económica productiva privada, la prosperidad y el empleo, sugeriría algunas medidas a un gobierno alternativo, porque este lo rechazaría:

  • Amortizar anualmente durante cuatro años, el 25% de las jubilaciones anuales docentes, administrativos y servicios de las instituciones públicas no sanitarias, hasta que se reduzcan medio millón de empleados públicos. 
  • Eliminar anualmente, durante cuatro años, el 25% de asesores, escoltas, coches oficiales, administrativos al servicio de cargos públicos. 
  • Eliminar todas las subvenciones a sindicatos y liberados sindicales. Eliminar anualmente durante 4 años el 20% de las subvenciones de los presupuestos generales del Estado a ONG ideológicas y clientelares. 
  • Racionalizar la oferta de grados universitarios públicos eliminando repeticiones de ofertas en universidades próximas. Reducir la subvención de los estudios universitarios públicos, un 5% anual hasta llegar a pagar el 50% del coste real en diez años (actualmente el alumno paga el 20% de su coste). Gratuidad de la FP pública, hasta reducir en 250.000 universitarios públicos y aumentar otros tantos de FP que permita recuperar los oficios, incluyendo del sector primario. Se trata de igualar la población de universitarios y FP en cinco años. Sobran universitarios y faltan de FP.
  • Transferir los cursos de formación profesional a desempleados actualmente en manos sindicales a las universidades o centros de formación profesional. Introducir la FP la especialidad de cuidador de personas y de bosques.  La primera necesita regularizar una actividad sumergida cada vez más extendida y necesaria. La segunda para prevenir incendios.
  • Como consecuencia de las subidas del SMI a 15.876 euros, ningún trabajador por cuenta ajena tiene que pagar IRPF si sus ingresos no superan esta cantidad.  Los autónomos no pagaran tampoco, ni antes, ni después, nada, mientras sus beneficios no superan esta cantidad. Es un asunto de justicia entre actividad pública y privada.
  • Exenciones fiscales durante los dos primeros años a las autónomos, Reducción del 50% de las cotizaciones sociales al Estado, que paga el contratante, por cada trabajador nuevo los dos primeros años. Eliminación del salario mínimo vital a quien no acepte oferta de trabajo a una distancia de 10 kilómetros de su domicilio.
  • Eliminación del impuesto de patrimonio, reducción del 99% de los impuestos de sucesiones y transmisiones patrimoniales. Descuento del 50% de las cotizaciones sociales durante dos años, si la empresa contrata al estudiante en prácticas al terminar éstas. 
  • Incentivos fiscales a la natalidad, descuentos del 50% del IRPF a las jóvenes parejas con dos niños, a ambos progenitores, durante los 5 primeros años después de tener el segundo hijo. Guarderías públicas gratuitas a todas las familias. Gratuidad de servicios de transporte público terrestre a los hijos de familias con dos o más niños. 
  • Eliminación del privilegio de pensiones máximas a políticos después de solo 7 años de ejercicio, aumentándolos a 14 años. Los ciudadanos necesitamos más de tres décadas.  Reducir la inmigración irregular a una cantidad fijada por la UE. A los demás no se les permite la entrada.  

Reducir el gasto público y poner más gente a trabajar irá mejorando las cuentas públicas, permitirá bajar impuestos y reducir deuda. Mejorará la natalidad. Los incentivos fiscales harán que más personas emprendan y contraten. Más gente trabajando mejorará sus vidas personales.

Las medidas económicas  deben ajustarse con las educativas que debe estimular el consumo del producto nacional y las prácticas de estudiantes en empresas, reduciendo las cotizaciones sociales al contratante. Hay que poner España a trabajar disminuyendo subsidios.

La reducción de empleos públicos son amortizaciones por jubilaciones, no se despide a nadie. Se eliminan ofertas docentes duplicadas en universidades, racionalizando los grados ofrecidos arbitrariamente por las universidades. La digitalización permite reducir más de un 30% del personal administrativo, cambiando la cultura burocrática. El sector privado lo ha hecho con personal menos formado. Si en el sector público no lo hacen es porque no quieren. Lo que se sugiere es aplicar el principio de gestión de eliminar lo que sobra. La eliminación de subvenciones sindicales es un asunto de justicia, pues deben financiarlos sus afiliados. Naturalmente dirán que es un programa ultra-liberal porque están acost

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